La reforma laboral continúa siendo un quebradero de cabeza para el Gobierno. De hecho, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, ha perfilado los primeros trazos de la hoja de ruta de la reforma, que será defendida el martes por Unidas Podemos durante el Pleno del Congreso. Hasta el momento, la propuesta llama a "culminar, en el marco del diálogo social, la modernización de la normativa laboral comprometida con Europa, derogando las reformas del Partido Popular (impulsada por Mariano Rajoy en el año) para recuperar los derechos y el equilibrio en la negociación colectiva". 

De hecho, en el proyecto de Díaz, se enumeran una serie de medidas como la recuperación de la ultra-actividad de los convenios; la revisión de la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales; la reforma del régimen de subcontratación y la limitación de la capacidad de modificar unilateralmente las condiciones laborales. También se plantean introducir "mecanismos para la sostenibilidad del empleo" (MSE) que proporcionen "flexibilidad interna a las empresas y estabilidad a los trabajadores", según Unidas Podemos.

La iniciativa también llama a "abordar una regulación de las modalidades contractuales que acabe con la precariedad y el fraude, en favor del empleo estable y de calidad", con reformas en este sentido como la simplificación de las modalidades temporales de contratación como el contrato formativo -que responda a necesidades formativas de trabajadores y empresa- ; reforzar el contrato fijo discontinuo para las actividades de naturaleza cíclica y estacional  y así garantizar que el contrato indefinido sea, según el partido morado o el diseño de un plan estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para impulsar la lucha contra el fraude laboral.

La derogación de la reforma laboral

Yolanda Díaz afirma que la derogación de la reforma laboral del Partido Popular (PP) es un compromiso que ella misma se ha marcado: “Si no se cumpliera, desde luego, ya sabría qué es lo que tengo que hacer”. De hecho, los cambios en la regulación laboral son parte e los compromisos adquiridos entre el Ejecutivo y la Comisión Europea como parte del desembolso de los fondos del Plan de Recuperación.

Por ello, esta misma semana, el ministerio de Trabajo ha retomado las reuniones con los sindicatos y patronales, con el objetivo de alcanzar un acuerdo en el contexto del diálogo social y, por otro lado, solicitar a las empresas que modifiquen las condiciones de los contratos. Además, respecto al mecanismo que sustituirá a los ERTE, Trabajo busca que haya un compromiso de mantenimiento del empleo por parte de la empresa y la prohibición de realizar horas extraordinarias, externalizar actividad o hacer nuevos contratos.

En este sentido, es conveniente recordar que, según la guía laboral del Ministerio de Trabajo, el despido se considera improcedente "cuando no quede acreditado el incumplimiento que se alega para el despido o cuando no se hubieren cumplido las exigencias formales establecidas", así como en los casos de despido objetivo  si no se acreditan las causas de esta opción.

Ante esta situación el empresario tiene dos opciones en un plazo de 5 días: readmitir al trabajador con el abono de los pagos pendientes desde el despido hasta la sentencia o pagaruna indemnización y extinguir la relación laboral. Además, si el trabajador desempeña funciones de representante legal de los trabajadores o delegado sindical, tiene derecho a elegir si quiere ser readmitido o a cobrar la indemnización que es de 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.

El SMI, un gran paso para la vida laboral

En este sentido, desde algunas organizaciones, como Facua, recuerdan que desde 2018 el salario mínimo interprofesional (SMI) ha subido 230 euros gracias a la presión de los sindicatos y al rol de Unidas Podemos frente a la derecha que no ha dado pasos para mejorar las condiciones económicas de las familias. Actualmente la aprobación del SMI hasta 965 euros en 14 pagas, que representa un aumento del 1,6% respecto al salario anterior.