La borrasca Filomena ha provocado intensas nevadas durante el fin de semana en gran parte del territorio español. Más allá de las consecuencias ya conocidas, el viento, la humedad y la llegada de frentes fríos pueden generar riesgos para la salud de los trabajadores que desempeñan su labor al aire libre o bien, en interiores sin calefacción, que tienen que soportar temperaturas bajo cero, según alerta UGT.
“Son personas trabajadoras de servicios como son la limpieza viaria, controladores de parquímetros, o de sectores como la agricultura o la construcción”, explica el sindicato, que recuerda que las empresas tienen que cumplir la normativa sobre condiciones ambientales y las medidas de protección adecuadas en el lugar de trabajo.
El estrés térmico, la hipotermia y la congelación son los principales riesgos que amenazan a los trabajadores que desempeñan sus puestos de trabajo en el exterior, tal y como explica el sindicato, que matiza que sus principales síntomas son escalofríos, cansancio, pérdida de la coordinación y estado de confusión, cólicos, afecciones respiratorias o alergia al frío, entre otras.
“El frío origina molestias, insensibilidad, disfunción neuromuscular y finalmente lesiones”, alerta UGT. Además, “el uso de prendas de abrigo, calzado, guantes y gorros o cascos para prevenir el frío interfiere con la movilidad y destreza del trabajador, además hay que tener en cuenta su peso, el cual aumenta la carga de trabajo, en particular cuando el trabajo es en movimiento”.
Las medidas para prevenir y controlar la exposición al frío son responsabilidad de la empresa y deben complementarse con la formación e información sobre los riesgos que el trabajador debe recibir. En ambientes interiores, las medidas correctoras irán encaminadas a modificar las instalaciones mediante técnicas de ingeniería: sistemas de calefacción, refrigeración o aislamiento térmico.
Por otro lado, en ambientes exteriores, las medidas de protección pasan principalmente por llevar ropa de protección adecuada o el control de la exposición.
Claves para evitar riesgos
- Proteger las extremidades de los trabajadores para evitar el enfriamiento localizado
- Entregar a los trabajadores la ropa de abrigo y el calzado adecuado
- Seleccionar la vestimenta adecuada para facilitar la evaporación del sudor
- Ingerir líquidos calientes, con el fin de ayudar a recuperar pérdidas de energía calorífica
- Limitar el consumo de café como diurético y modificador de la circulación sanguínea para minimizar las pérdidas de agua y, por lo tanto, de calor
- Utilizar ropa cortaviento para reducir el efecto de la velocidad del aire
- Realizar reconocimientos médicos para detectar de manera precoz trastornos vasculares y dérmicos
- Sustituir la ropa humedecida para evitar la pérdida de calor
- Medir periódicamente la temperatura y la velocidad del aire para controlar las dos variables termohigométricas de mayor influencia en el riesgo de estrés por frío
- Disminuir el tiempo de permanencia en ambientes fríos para minimizar la pérdida de calor
- Controlar el ritmo de trabajo y programar pausas para recuperar el calor perdido
- Cuando las temperaturas son muy bajas puede ser recomendable una adecuada protección ocular