Así de duro y así de simple. Durante el día de hoy, Cáritas y la Fundación Foessa han presentado un informe que alerta de que tres de cada diez hogares españoles, es decir, un total aproximado de seis millones de familias, no tienen suficientes ingresos para llevar unas condiciones de vida consideradas dignas.

El informe en cuestión se titula El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo y analiza la situación de las familias españolas dada la delicada situación económica derivada de la actual crisis inflacionaria.

No poder acceder a una vida digna en términos económicos significa, según el estudio, vivir con ingresos inferiores al 85% de su presupuesto de referencia. En términos sociales y cotidianos supone comer alimentos de peor calidad, limitar al máximo los costes en ropa y educación, o suprimir las actividades sociales y de ocio.

Así, la metodología utilizada en el informe se basa en un índice llamado Presupuesto de Referencia para unas Condiciones de Vida Dignas (PRCVD), el cual tiene en cuenta ocho indicadores considerados imprescindibles para determinar si una persona tiene cubiertas todas sus necesidades básicas: alimentación, vestimenta, vivienda, vehículos y transporte, educación, salud y cuidado personal, relaciones y vida social, y ocio y cultura.

De igual manera, el estudio no solo contabiliza los ingresos de los que disponen las familias analizadas, sino que cuantifica también cuáles son las circunstancias y las necesidades de los distintos hogares. El “yo soy yo y mis circunstancias”, tan citado desde que lo apostilló el filósofo José Ortega y Gasset, sigue lastrando a fin de mes a seis millones de familias españolas.

Tal y como ha descrito Thomas Ubrich, miembro de la Fundación Foessa, durante la presentación del informe, se consideran los hogares con mayores dificultades económicas suelen coincidir con las familias que viven en alquiler, hogares con niños en edad de estudiar, personas con discapacidad o dependencia, con deudas, ausencia de ingresos estables y desempleo de alguno o todos los miembros activos del hogar.

La ciudad de residencia, un aspecto determinante

Los territorios donde habiten las familias españolas son uno de los elementos que más puede dificultar su bienestar económico. Así lo refleja el estudio, al señalar que una pareja con dos hijos adolescentes en Madrid necesitaría ingresar por encima de 2.900 euros mensuales, 500 euros más al mes que la misma familia que viva en Orense. De igual forma, en el caso de un hogar unipersonal en Barcelona, el 85% del presupuesto de referencia supone vivir con menos de 1.400 euros mensuales frente a casi 1.000 euros en la ciudad de Cáceres.

Para hacer frente a su situación, el18% de hogares con niños ha dejado de usar el comedor escolar (casi medio millón); seis de cada diez han reducido el consumo de luz, agua o calefacción; una tercera parte renunció a tener prótesis, gafas o audífonos, y un 14% dejó de comprar algún medicamento que necesitaba.

"Parece claro que las políticas sociales han de complementar los ingresos de los hogares cuando estos no son suficientes", ha apuntado también Ubrich al presentar los datos del análisis. Entre las medidas urgentes ha destacado "facilitar el acceso a puestos de trabajo estables y de calidad de modo que se evite la precariedad laboral, y promover el acceso a una vivienda digna y adecuada, mediante una política pública de vivienda",

El 31,5% de los hogares en España vive en una realidad asfixiante

La conclusión principal que se desprende del informe es que "el 31,5% de los hogares en España vive en una realidad asfixiante”. Como solución, desde Cáritas señalan que las políticas de inversión en sanidad, educación y atención a la dependencia "resultan fundamentales para que los hogares en situación de carencia no se vean en una trampa de pobreza en la que las estrategias que se ven obligados a implementar en el corto plazo limitan su capacidad de salir de la pobreza en el medio y largo plazo".