En la actualidad, el comercio alimentario supera ya las 20.000 bajas laborales por coronavirus. Ante esta situación, las organizaciones que integran la cadena de valor de la alimentación y el gran consumo han trasladado a los ministerios de Sanidad, Trabajo, Industria, Comercio y Turismo, Agricultura y Seguridad Social su preocupación por el correcto funcionamiento de las operaciones en los centros de trabajo, sobre todo en los establecimientos abiertos al público y en las plataformas logísticas. 

Un funcionamiento que se está "complicando extraordinariamente” en gran medida por las dificultades que los trabajadores afectados por coronavirus están teniendo para reincorporarse a sus centros de trabajo. 

En concreto, las patronales del sector denuncian que muchos de sus empleados son incapaces de obtener el alta médica debido a la congestión que sufre la atención primaria.

En este sentido, calculan que uno de cada siete de los trabajadores que está de baja en este momento podría reincorporarse de inmediato, pero no lo hacen al no conseguir la autorización médica.

Y es que aunque en la mayoría de las comunidades autonómas se puede obtener la baja telefónica en base a autotest de antígenos, para la gestión de las altas, los trabajadores sí que deben obtenerla de manera presencial en los centros de salud. Algo que está resultando una misión casi imposible debido al alto número de contagios por coronavirus. 

Petición de las empresas 

Ante esta situación, las empresas del sector de la alimentación y el gran consumo, para el mejor funcionamiento de los centros de trabajo y en beneficio de sus propios trabajadores, piden que se facilite el alta laboral automática asociada a todas las bajas por Covid una vez superados los siete días que establece actualmente el periodo de cuarentena -u otros que las autoridades puedan indicar-, sin necesidad de acudir a los centros de atención primaria para obtener la misma, lógicamente, en ausencia de sintomatología.

En este sentido, las patronales han recordado que desde el inicio de la pandemia, la cadena de valor de la alimentación y el gran consumo ha "dado un ejemplo de servicio a los ciudadanos" y ha permitido que, en los momentos más duros del confinamiento, no se produjera ningún problema de abastecimiento a la población al ser considerados esenciales. 

Asimismo, desde el sector subrayan que para garantizar el abastecimiento, la mayoría de los trabajadores tiene que desempeñar su actividad 'presencialmente', no pudiendo teletrabajar ni ser sustituidos por otros medios.