El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha acudido este viernes a la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para presentar ante los empresarios la estrategia de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que presentará a los mandatarios europeos en la cumbre de Granada. La máxima es garantizar la seguridad y liderazgo global de la UE, sustentando en una autonomía estratégica que Sánchez pretende liderar. “Ejercer un liderazgo desde el sur en Europa” es el objetivo marcado por el que podría ser de nuevo presidente.

“Durante demasiadas décadas nos hemos conformado con ser un país de la periferia, un actor secundario de las negociaciones en Bruselas, siguiendo las posiciones marcadas por otros Estados”, ha lamentado Sánchez, convencido de poder “acabar con esa dinámica”. No obstante, el líder socialista piensa más grande y ha desgranado las líneas que España propondrá para el conjunto de los Veintisiete. “La autonomía estratégica es un asunto capital”, ha puesto en valor, advirtiendo de que “cuando las cadenas de suministro fallan, la sociedad en su conjunto sufre las consecuencias”, aspecto que hay que anticipar. El presidente ha definido dos ejes:

  • La necesidad de reindustrializar Europa y, unido a ella, las capacidades productivas. “Los días de las deslocalizaciones masivas, de la apertura indiscriminada y la dependencia ciega en importaciones tienen que acabar. Nuestro continente necesita más fábricas y empresas. Esto no significa que la UE deba producir dentro de sus fronteras todo lo que importa, debemos ser estratégicos”.
  • Mejorar colaboración público-privada. “Avanzar hacia una mayor integración del mercado único y desplegar políticas de ayudas de Estado destinadas a corregir las distorsiones que otras potencias extranjeras provocan en la economía global”.  

Contra el proteccionismo

“Estos problemas no son casuales, son manifestaciones de algo más profundo que está afectando a la economía global. El orden internacional basado en los principios de apertura y multilateralismo está dando señales de flaqueza. El proteccionismo, las barreras comerciales y los conflictos económicos se están multiplicando y están cada vez más presentes en nuestro día a día”, ha relatado Sánchez. El avance de estas opciones políticas no desmotiva al secretario general del PSOE, que se muestra convencido de que el aperturismo y el multilateralismo son el camino. “Tenemos que huir de tentaciones simplistas que emanan de un proteccionismo y de discursos nativistas

Existen nostálgicos obstinados en retratar Europa como un continente decadente, obsesionado con el medio ambiente y por mantener unos niveles de bienestar social que nos dicen que no podemos permitirnos, pero esa argumentación es falaz y dañina”, ha sentenciado Sánchez.  En sentido opuesto, apuesta por una Europa que cuente “con las soluciones a sus dependencias actuales en el futuro y no en el pasado”.  La innovación está en el centro y por ello es necesario que los países del viejo continente “alcancen el umbral del 3% del Producto Interior Bruto en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i).

Como es habitual, la transición ecológica tiene un sitio privilegiado en este plan. “El reforzamiento de la economía europea no debe hacerse despaldas a la situación climática” Para garantizar el cumplimiento de los acuerdos internacionales, Sánchez ha llamado a reforzar y modernizar las instituciones que se encargan de diseñar y de garantizar el cumplimiento de las reglas internacionales (Organización Mundial del Comercio, FMI, Banco Mundial), incluyendo en ellas a más países que puedan sentirse representados.

Tranquilidad con la entrada saudí en Telefónica

“Algunos solo se acuerdan de la autonomía estratégica cuando parte de una empresa nacional es comprada por una extranjera o cuando sufrimos el desabastecimiento puntual de determinado producto”, ha golpeado Sánchez nada más abordar el tema. La tranquilidad por la entrada de STC en el gigante de la telecomunicación ha imperado en el discurso del presidente, llegando a señalar que “el interés de los grandes inversores internacionales por nuestras empresas siempre es una buena noticia, por lo que supone de inyección de recursos en nuestra economía, porque nuestro país avanza en la dirección adecuada y cuenta con un tejido de empresas de primer nivel”.

No obstante, ha asegurado que el control sigue siendo del Gobierno y ha pedido calma porque este “cuenta con los instrumentos necesarios para proteger su soberanía nacional y sus intereses estratégico”. Además, ha recordado que la legislación española es una de la más rigurosas en este sentido. “Les garantizo que el Gobierno está analizando detenidamente la operación de la inversión, que contamos con los mecanismos adecuados para realizar los controles necesarios y garantizaremos que en todo momento esté a salvo la defensa y seguridad nacional y que cualquier inversión extranjera no transcienda los límites que suponga una influencia indebida sobre sectores estratégicos”, ha cerrado.