El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que los líderes europeos deben reducir los precios energéticos si quieren evitar que Europa se convierta en “rehén” de Putin. En una entrevista ofrecida al periódico británico Financial Times, Sánchez se ha mostrado preocupado por la “emergencia energética” y por su afección a la industria. Ha defendido así a la industria española, apuntando que la desaceleración de su producción no se debe a la falta de demanda, sino a que los “costes de la energía son absolutamente insoportables”.

El presidente ha avisado a la Unión Europea de que, si no da herramientas para responder a la situación energética derivada de la guerra de Ucrania, “será difícil, no solo para España, sino para todos los países miembros soportar el enorme coste económico”. Propone Sánchez, para combatir esta tesitura, desacoplar los precios de la electricidad y el gas; medida que afectaría directamente a la factura energética en España, viéndose reducido su valor.

Esa desvinculación de los precios de la energía de los del gas, que pausase o eliminase el esquema de precios marginales de la UE, se notaría de forma importante en nuestro país. Esta situación está provocada porque alrededor de un tercio de todos los hogares españoles pagan tarifas vinculadas a las tarifas del mercado al contado, lo que ha supuesto el alza de los costes, agravado por la guerra de Ucrania. Para defender esta postura, el presidente apunta que "no es lógico en absoluto que sea el 10-15% del gas el que fije el precio de la electricidad para todo el mercado", instando a la UE a separar la necesidad de un alivio a corto plazo de las reformas a más largo plazo.

El presidente español trasladará estos puntos de vista a la Comisión Europea y sus países miembros el próximo jueves, momento en el que probablemente se encuentre con la oposición de los países del norte de la UE, susceptibles a realizar cambios en el mercado eléctrico europeo. "Europa no puede permitir que la cumbre termine sin un acuerdo”, aseveraba Sánchez para dejar claro que luchara por su postura y por las medidas que cree deberían aprobarse.

En contraprestación, Sánchez ofrecerá la ayuda de España, que representa casi un tercio de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado de la UE, para que el resto del continente refuerce sus conexiones energéticas, para lo que también habría que reforzar las conexiones energéticas de la península con su vecino francés.