Los trabajadores de la Seguridad Social tenían previsto acudir a la huelga el próximo 7 de septiembre si desde el Gobierno no se reforzaba la plantilla para poder asumir el aumento de la carga de trabajo acumulada en la Administración. Los sindicatos CSIF y CCOO lo anunciaron la pasada semana, a la espera de que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones moviese ficha para evitar la situación. Este fin de semana pasado ha dado para mucho a las partes y se ha alcanzado un principio de acuerdo, consistente en reforzar la plantilla, para frenar la convocatoria de huelga.

La incorporación de 2.500 interinos a las filas de la Seguridad Social, que se han reducido en un 20% desde 2012, y la creación de la Agencia de la Seguridad Social parecen complacer a los sindicatos. El domingo, la propuesta de José Luis Escrivá, ministro al cargo, recibió el visto bueno de UGT y la valoración positiva de CSIF y CCOO. Este martes, las dos organizaciones sindicales convocantes de la huelga se reúnen con el Ejecutivo para zanjar y firmar el acuerdo.  

La propuesta de Escrivá contempla incorporar 2.500 interinos para reforzar la plantilla. Del total, 2.000 se sumarán al cuerpo administrativo de la Seguridad Social a través de una oferta pública de empleo y 500 procederán de la Administración General del Estado. Además, la creación de la Agencia de la Seguridad Social, mandatado por el Pacto de Toledo, se realizará vía anteproyecto de ley, que desembarcará en el Consejo de Ministros con “carácter inmediato”, tal y como se refleja en el preacuerdo.

A su vez, se mantendrá la remuneración añadida de seis euros por cada cita atendida y se contempla también el diseño de un plan estratégico de Recursos Humanos para el conjunto del sistema. Además, el acuerdo contempla la implantación de un día de teletrabajo a la semana a partir del 1 de julio de este año, siempre que las tareas sean susceptibles de ello, con carácter voluntario y garantizando siempre la atención a la ciudadanía. Con estos puntos de encuentro alcanzadas, todo apunta a que este martes la huelga quedará desconvocada y la plantilla verá reforzada tanto sus filas como sus condiciones laborales.

La falta de personal, el retraso en las citas, el cierre de algunas sucursales y la demanda de mejora de las condiciones de trabajo son las principales demandas que han llevado a los sindicatos a convocar una huelga de 24 horas el 7 de septiembre, que sería la primera en la historia de la Seguridad Social, y a realizar paros de una hora todos los viernes, acción que ya se está produciendo. El acuerdo pondría fin a los paros y evitaría la huelga a la vuelta de vacaciones.

Visto bueno de Hacienda y sintonía entre las partes

"Apreciamos la voluntad de la Seguridad Social y pensamos que, si se concreta, podríamos llegar a un acuerdo bueno para los trabajadores y la ciudadanía que permitiría superar el conflicto", trasladaban los sindicatos el pasado viernes. El jueves las partes estuvieron muy cerca de alcanzar un acuerdo, pero la falta de delimitación empujo a CCOO y CSIF a oficializar la convocatoria, a la que Escrivá respondió rápido con la pretensión de seguir negociando.

Este lunes, el líder de la cartera se mostraba ya “optimista” y aseguraba que “las cosas se están encauzando”. Se está corrigiendo "aceleradamente" una situación que no se puede corregir a su juicio en uno o dos años, porque han sido "diez años de tasa de reposición cero". "Creo que vamos a tener una discusión mañana de todo el reforzamiento de recursos económicos que se están planteando, que es el tema fundamental", explicaba desde Oviedo. Ya desde la capital asturiana anunciaba que llegarían nuevos trabajadores y una vez plasmado en un documento remitido a lo sindicatos se ha hecho oficial.

El único actor que faltaba por hacer aparición era el Ministerio de Hacienda y Función Pública, por cuyas manos pasa cualquier gasto que se realice con cargo a las cuentas públicas. La cartera de María Jesús Montero ha aprobado la partida, por lo que tan solo queda que las partes plasmen sus firmas este martes sobre el papel. Sucedido esto, la plantilla de la Seguridad Social se engrosará con la llegada de una parte de los trabajadores de forma inmediata y otra parte un vez superado el verano.