La reunión convocada por el Ministerio de Trabajo con los agentes sociales para debatir la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) terminó este lunes sin acuerdo entre las partes. A pesar de que la decisión la puede tomar el Gobierno de forma unilateral, según lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores, la responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha propuesto hacerlo con el diálogo social.

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Para ello se mantienen contactos “de manera informal”, tal y como desveló el vicesecretario general de Política Sindical de UGT -y representante en las negociaciones- Mariano Hoya, aunque no se prevé que se vuelva a convocar la mesa de negociación. “Ahora se va a abrir el periodo de consultas al que está obligado el Gobierno”, explicaba Hoya a los medios de comunicación tras la reunión.

El representante de UGT aseguraba que la reunión había terminado “casi como había empezado” y que las partes no se movían de sus posiciones. Tanto la patronal, por un lado, en contra de la subida del SMI; como el Gobierno, que aboga por una subida de entre 12 y 19 euros. La petición de los sindicatos pasa por aprobar una subida de 25 euros en lo que queda de año para poder transitar hasta el 60% del salario medio en 2023.

La subida del salario mínimo no irá, obviamente, al Consejo de Ministros de hoy, pero las partes aseguran que se mantendrán los contactos durante esta semana. “A ver si a lo largo de esta semana pudiéramos contratar la propuesta y en qué términos va a ser la subida”, avanzaban desde UGT.

Los sindicatos piden una subida de 25 euros para este año

"Vamos a ir viendo si va a haber nuevas reuniones o no. Lo importante es que el Gobierno se sitúe en la banda alta. Eso es lo que nos va a llevar a los sindicatos a poder llegar a un acuerdo", ha recalcado este martes el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que apuesta por una subida de entre 25 y 30 euros.

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"Estamos ante una subida del salario mínimo que, por lo menos, ya que se hace en el mes de septiembre para aplicarlo a partir de octubre, tiene que tener en cuenta el coste de la vida actual, y esto quiere decir que tendríamos que estar moviéndonos en torno a los 25 o 30 euros", ha asegurado el líder sindical en una entrevista en La Hora de la 1 (TVE).

Álvarez ha acusado esa mañana a la CEOE de poner “diferentes excusas” para oponerse a la subida de este salario mínimo y reconoce que los sindicatos y la patronal están en “desacuerdo profundo”. El secretario general de UGT va incluso más allá y asegura que este rechazo responde a “razones políticas”.

“Me parece que la patronal debe decidir si quiere continuar la senda del acuerdo, un acuerdo razonable, un acuerdo que sitúa los salarios en una posición aceptable para las empresas, menos aceptable para los trabajadores. En todo caso, una senda positiva o si definitivamente le da un portazo al SMI", reclama a los empresarios.

CCOO ve difícil el acuerdo

En la misma línea se ha pronunciado el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, que reconoce que es difícil que el Gobierno pueda llegar a un acuerdo con los sindicatos para la subida del SMI para 2021 si no ofrece garantías de que el salario mínimo se situará en al menos los 1.000 euros el 1 de enero de 2022.

"Estamos a 7 de septiembre. Aunque llegásemos a un acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos, que está por ver, para subir el SMI este año, quedan apenas cuatro meses y aquí lo que hay que ver es una perspectiva más amplia. El reto es que el 1 de enero de 2022 el salario mínimo sea de 1.000 euros al menos y si esto se pone encima de la mesa, hay margen para cerrar una subida para este 2021", ha explicado en una entrevista en RNE.

Al igual que UGT, CCOO pide subir este año el SMI entre 25 y 30 euros y afirma que es “perfectamente posible” que el sindicato no respalde la subida prevista por Trabajo -entre los 12 y los 19 euros- si no se compromete a llegar a los 1.000 euros en 2022. Sordo también ataca a la patronal, considerando que su posición es “bastante cerrada”, por lo que ve complicado un acuerdo con esta parte.

Asimismo, critica que si el Gobierno quiere atraer a la patronal al pacto con una subida de 8, 9 o 10 euros -“ridícula” para CCOO- el sindicato no la respaldaría. “Para eso, que lo haga el Gobierno”, asegura.

Garamendi y la CEOE continúan en el "no"

En el lado opuesto se encuentra la patronal y su presidente, Antonio Garamendi, que también se ha pronunciado este martes mostrando su rechazo a subir el SMI. En una entrevista en Radio Intereconomía, ha matizado que ahora lo “urgente” es convocar la mesa de negociación para prorrogar los ERTE más allá del 30 de septiembre.

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Garamendi ha matizado que la patronal no se opone a la subida del SMI, sino a que se suba ahora, en un momento en el que debería impulsarse la recuperación económica y el empleo. "Con esta subida puede haber menos gente que entre en el empleo (...) Con la que está cayendo, es un momento muy delicado y hay que tener cuidado con las cosas que se tocan", explica.

Así, ha asegurado que la patronal está “con gente débil como la gente del campo” o con las muy pequeñas empresas, que están fuera de convenio, y a las que la subida “puede hacer mucho daño”, en palabras del máximo representante de los empresarios. Asimismo, defiende su posición alegando que el Estado y las Administraciones Públicas no han trasladado la subida del SMI a la contratación pública.

"No es bueno, no es el momento de subir el SMI, aunque el Gobierno tiene la facultad de hacerlo sin necesitar el consenso" -recalca Garamendi- "Hay mil temas sobre la mesa y nos sentaremos a hablar y si no estamos de acuerdo, lo diremos, como esta vez. Yo me debo a las empresas y a los autónomos de este país. Hacemos los planteamientos que pensamos que son buenos para España (...) No vamos a estar pendientes de presiones”.

Las partes sí coinciden en la prórroga de los ERTE

A pesar de las posiciones contrarias, tanto sindicatos como patronal están seguros de que la subida del SMI se va a producir y que la falta de acuerdo no afectará al diálogo social. De hecho, los representantes de ambas partes emplazan a convocar ya la mesa de negociación para prorrogar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre.

Aquí coinciden en mantenerlos hasta, al menos, el mes de diciembre, y con las mismas condiciones para aquellos sectores que siguen afectados por el impacto de la pandemia. “Espero que se nos llame ya a la mesa y que las empresas y autónomos no estén esperando al último día para ver cómo se resuelven esos temas porque necesitan tranquilidad", pide Garamendi.

Con unas posiciones tan enfrentadas en cuanto al SMI, y la ministra de Trabajo intentando alcanzar un acuerdo en el diálogo social a toda costa, el curso político se presenta convulso para la negociación de los agentes sociales.

No solo tendrán que sentarse a hablar de la subida del SMI y la prórroga de los ERTE, sino que Díaz ha avanzado este lunes que en las próximas semanas también se retomarán las negociaciones para derogar parte de la reforma laboral.