El Banco de España publicará en las próximas semanas un test de estrés del sistema bancario sobre el impacto de los riesgos físicos hasta 2050. También realizará en 2022 un nuevo test de estrés climático al sistema bancario europeo, aunque de tipo "cualitativo". Así lo ha afirmado Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España durante su intervención este miércoles en las Jornadas de Sostenibilidad 2021 organizadas por el Grupo Red Eléctrica.

Sobre este aspecto, Delgado ha señalado que estos riesgos "sí que tienen un impacto", aunque no serían "drámaticos" ni para la rentabilidad bancaria ni para el PIB del país. Sobre el segundo test de estrés -que se realizará en el sistema bancario europeo- Delgado ha confirmado que se realizará de manera conjunta entre el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades nacionales. Sin embargo, ha afirmado que en este test "no se va a solicitar capital, no se va a exigir a los bancos que pongan un poco más de capital si están más expuestos a la potencial evolución negativa de los riesgos climáticos".

También ha explicado que se va a realizar "algún tipo de recomendación cualitativa" para "comprobar qué capacidad tienen los bancos para medir estos riesgos, de qué manera están internalizando en su gobernanza esta medición y, dentro de su estrategia, en el medio y en el largo plazo, qué datos nos faltan y cuáles son las vulnerabilidades de los bancos y qué podemos aprender todos, incluidos los supervisores". La previsión es que los resultados del primer test de estrés se conozcan en verano. 

Respecto a la relevancia de los datos obtenidos, tanto el Banco de España como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han reclamado a las empresas más datos e información "cualitativa" en los informes no financieros, que las compañías con más de 250 trabajadores tienen obligación de presentar a partir del próximo mes de enero. Monserrat Martínez, vicepresidenta de la CNMV,señala la necesidad de que la información sea "fiable", con el objetivo de que los inversores "puedan tener en cuenta esa realidad e incorporarla, por tanto, en sus decisiones de inversión". Sin embargo, el principal problema que visualiza la vicepresidenta es que "tuviéramos casos de greenwashing o de que la información no fuera fiable". No obstante, la valoración que realizará la CNMV es que los datos serán positivos aunque hay varios elementos que pulir como: información más cuantitativa; explicar las metodologías empleadas y que la información sea completa, confiable y comprensible para los inversores. 

Por su parte, Delgado ha destacado también la necesidad de recoger datos para analizar exahustivamente los riesgos que pueden impactar en la economía y por ende, en las empresas y en la sociedad. Por ello, considera importante contar con datos tanto de bancos como de compañías, entre ellas, pequeñas y medianas empresas, que "tendrían que ser capaces de aportar datos o algún tipo de certificado energético o de algún tipo de consultoría energética para que esa huella de carbono quede recogida en los balances bancarios".

A este respecto, Carmen Gómez de Barreda, consejera independiente coordinadora del Grupo Red Eléctrica, ha manifestado que las empresas se enfrentan al reto de que los datos pueden llevar a la "comparabilidad" con otras compañías. "Pone un punto de tensión en los consejos de administración, porque ya no solo se va a reportar, sino que en base a esos datos me van a comparar con otros".