El elevado precio de la vivienda, los bajos salarios y la relación entre ambas variables son los principales problemas de las clases trabajadoras españolas. Los alquileres y el precio de las hipotecas continúan al alza y los salarios apenas avanzan, sobre todo los más bajos, tan solo impulsados en los últimos tiempos por las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Con esta tesitura, la mitad de los trabajadores españoles se ven obligados todos los meses a destinar más del 60% de su nómina a pagar el alquiler.

La mediana salarial española, aquella que divide a todos los trabajadores del país en dos grupos (por encima y por debajo) se ubica en los 1.545 euros, mientras que el salario medio bruto, que no atiende a como se reparten las cuantías de cada contribuyente, asciende hasta los 2.187 euros mensuales. Así, de media, cada español destinó en 2023 el 43% de su salario a costearse el alquiler, porcentaje que supera el 60% para aquellos que se ubican en la mitad que menos cobra del país.

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El estudio publicado este lunes por el portal inmobiliario Fotocasa señala que este porcentaje es el más alto en los últimos cinco años, después de que el precio de la vivienda en alquiler cerrase el pasado año con un alza del 5,7%, alcanzado los 11,66 euros el metro cuadrado. No obstante, esta media es el resultado de todo el país y en territorios como Madrid o Baleares el porcentaje salarial destinado por la media de todos los trabajadores asciende al 60% para una vivienda de 80 metros cuadrados.

Los valores disparados se encuentran muy por encima de los estándares europeos, que establecen en el 30% el máximo de sueldo que debería destinarse al pago de la vivienda para no sufrir estrés financiero y exposición a indicadores de pobreza. "Prácticamente en toda España, excepto en dos comunidades, el desembolso para hacer frente al alquiler está en niveles perjudiciales", ha explicado la directora de estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos. Además, la inflación ha disminuido el poder adquisitivo y sigue marcando las condiciones de vida de las personas trabajadoras”, apostilla la directora de comunicación y estudios de InfoJobs, Mónica Pérez.

Madrid y Baleares, inhabitables

El archipiélago balear es la autonomía que ha sufrido uno de los mayores encarecimientos de sus precios, pasándose de destinar en 2022 el 52% del sueldo bruto al 63% en 2023 para pagar el alquiler. Así, el ranking de las comunidades autónomas que dedican más dinero de sus sueldos a pagar el alquiler de una vivienda de 80 metros cuadrados lo lidera Baleares (el 63% del sueldo bruto), seguida de Madrid (62%), Cataluña (58%), País Vasco (54%) y Canarias (51%).

Por debajo del 50% se encuentran Comunitat Valenciana (44%), Cantabria (42%), Navarra (40%), Andalucía (36%), Aragón (35%), Castilla y León (34%), Galicia (33%), Asturias (32%), La Rioja (30%) y Región de Murcia (30%). Tan solo dos autonomías, Castilla-La Mancha y Extremadura, se encuentran por debajo del máximo recomendado por Europa, con un 25% y un 23%, respectivamente. Entre provincias, las diferencias son aún mayores.

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El ranking de las diez provincias que dedican más sueldo al pago del alquiler por una vivienda de 80 metros cuadrados lo encabeza Barcelona (65% del sueldo bruto), seguida de Islas Baleares (63%), Madrid (62%), Guipúzcoa (60%), Las Palmas (53%), Vizcaya (52%), Valencia (50%), Santa Cruz de Tenerife (50%), Málaga (49%) y Girona (48%).

En sentido contrario, las provincias que destinan menos sueldo bruto al pago de la vivienda en alquiler son Ciudad Real (19%), Jaén (21%), Cáceres (21%), Ourense (23%), Albacete (23%), Badajoz (23%), Córdoba (25%), Teruel (26%), Lugo (26%), Almería (27%), Castellón (28%), Palencia (29%), Lleida (29%), Murcia (30%), León (30%) y La Rioja (30%).

Un problema que viene de lejos

El problema del alquiler viene de lejos y, tal y como indica el amplio estudio del Banco de España, los precios acumulan incrementos sostenidos desde su mínimo alcanzado en 2015. Así, entre este curso y 2022, el crecimiento acumulado de las rentas del alquiler por metro cuadrado para el promedio del stock de vivienda arrendada supera el 28,5%. Estos incrementos son el resultado, sobre todo, de los “mayores precios del alquiler de las nuevas viviendas que entran en el mercado y de los aumentos de precios en las viviendas arrendadas sobre las que se acuerdan nuevos contratos”.

En concreto, el Banco de España estima que el crecimiento medio anual de las rentas de los nuevos contratos de alquiler se situaría en un rango entre el 7% y el 8% entre 2015 y 2022. Además, una enfermedad avanza rápido y amenaza aún más a los precios: los pisos turísticos. Tan solo cuatro territorios acumulan casi 300.000 inmuebles de esta naturaleza: Cataluña (más de 80.000 viviendas), Comunidad Valencia (casi 70.000), Comunidad de Madrid (más de 60.000) y Andalucía (más de 55.000).