La ONG Oxfam-Intermón ha elaborado un informe sobre las desigualdades salariales en las grandes empresas. Bajo el título “Quien parte reparte”, el informe podría considerarse una reprimenda a las empresas del Ibex​ 35, ya que afirman que los altos ejecutivos ganan hasta 123 veces más que su plantilla.

La principal consecuencia del informe es que las sociedades cotizadas, con una influencia decisiva en la reducción de la desigualdad, ganan mucho dinero pero lo reparten poco. Lo que hacen es precisamente lo contrario: alimentar un círculo vicioso que aumenta las distancias salariales en lugar de reducirlas.

En cifras, el informe señala que la brecha media entre el sueldo más alto y el salario medio es de 123 veces en las cotizadas del Ibex. En 2018, los primeros ejecutivos de estas empresas ganaron una media de 4,4 millones de euros, frente a los 35.810 euros de media de sus plantillas.

A la cabeza del ranking aparece Inditex como la compañía con la brecha más amplia. En este caso, su máximo directivo recibe un sueldo 455 veces mayor que el salario medio de sus trabajadores.

Los trabajadores no perciben beneficios empresariales

Según el autor del informe, el economista Miguel Alba, la remuneración de los máximos ejecutivos se ha reducido en el último año, lo que supone que la brecha entre el salario más alto y la media de la plantilla ha disminuido con respecto a 2017. Sin embargo, si se analiza con detalle, el sueldo medio de los ejecutivos creció un 6% frente a la pérdida del 1,2% del resto de los trabajadores.

El resultado es claro, los beneficios empresariales no se trasladan a la plantilla a pesar de la recuperación económica y los mejores resultados empresariales, sino que quienes los reciben son los accionistas. De hecho, el 75% del beneficio económico fue destinado al reparto de dividendos entre los accionistas.

En la línea de desigualdad, también existe una brecha salarial de género del 15% de media en las mejores cotizadas de la bolsa española. Por su parte, Banco Santander es la empresa con mayor desigualdad salarial entre hombres y mujeres, seguida de Mapfre. En el informe ONG destaca Cellnex como la compañía con menos mujeres en su dirección.

Paraísos fiscales

Además, la organización acusa a las grandes empresas de utilizar métodos de ingeniería fiscal para evitar el pago de impuestos y de esta forma, minimizar la recaudación a las arcas públicas.

El autor del informe va más allá explicando que el pasado año las empresas del Ibex tenían hasta 805 filiales en paraísos fiscales o, en su defecto, disfrutaron de un sistema de tributación más ventajoso del español, la mayoría en Delaware (EEUU), Holanda, Irlanda y Luxemburgo. Aunque es un 6% menos que el año anterior, Oxfam-Intermón cree que no es suficiente.

Los créditos fiscales que permiten a las empresas deducir importes de su futura factura fiscal también son claves en la desigualdad económica. En este caso la cifra supone más de 60.000 millones de euros a día de hoy para las empresas, más del doble del importe que el Estado recauda a través del impuesto de Sociedades.

Entre sectores, los sectores financiero y de la industria y de construcción son los más desiguales, con Arcelor Mittal, IAG y Mapfre a la cabeza, frente a los de bienes de consumo y tecnológicos, que son los más equitativos, con Acerinox como la cotizada con el balance más positivo.

Recomendaciones al Gobierno y las empresas

La ONG hace una serie de recomendaciones para reducir la desigualdad salarial. Por un lado, pide al Gobierno aumentar el salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.000 euros en 2020, así como reforzar las inspecciones laborales, convertir el ratio entre salarios intraempresa en indicador obligatorio, establecer por ley límites a la brecha salarial de género y multar a las empresas que no cumplan con ello, entre otras.

En cuanto al ámbito fiscal, la ONG solicita al Gobierno que elabore una lista negra de refugios fiscales, que las empresas acerquen su pago efectivo del impuesto de sociedades al nominal, que las administraciones revisen las deducciones y devoluciones y que cree una tasa Google temporal y otra que grave las transacciones financieras.

Oxfam-Intermón también critica la falta de transparencia de las cotizadas, incluso después de la aprobación de la ley a finales del año pasado que obliga a las empresas de más de 250 trabajadores a aportar información detallada sobre aspectos medioambientales, sociales y de empleo.