El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este jueves que la inflación ascendió en enero hasta el 3,4%, tres décimas por encima del 3,1% con el que se despidió diciembre de 2023. El Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado a finales de enero ha sido confirmado y evidencia el estancamiento de la evolución. El aumento de precios de la electricidad en comparación con el mismo mes del año anterior ha compensado la bajada de los carburantes y ha elevado levemente la tasa.

La mejor noticia la presenta la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- que ratificado su caída hasta el nivel más bajo desde marzo de 2022. La cifra se sitúa en el 3,6%, dos décimas por debajo del cierre de 2023 y casi a la par con el índice general. La inflación se ubica por debajo de los cuatro puntos porcentuales por cuarto mes consecutivo, pero no consigue acercarse al objetivo exigido por el Banco Central Europeo (BCE), ubicado en el 2%, ni al mínimo marcado en junio, cuando la tasa se situó en el 1,9%.

No obstante, el dato se encuentra a más de dos puntos del 5,8% con el que se dio inicio a 2023 y la retirada de 10.000 millones de euros de ayudas antiinflacionarias parecen haberse capeado bien a nivel de precios. El dato armonizado (IPCA), utilizado por Bruselas para los datos comunitarios, alcanza el 3,5% tras crecer dos décimas. En comparación intermensual, los precios de consumo registran en enero una tasa del 0,1%.

En lo referido a los alimentos, la tasa se eleva una décima, hasta el 7,4%, y frena su descenso. Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ponen en valor la normalización de los precios de la cesta de la compra, pero reconocen que “aún se mantienen elevados”. Sin embargo, observando las baldas del supermercado con perspectiva, el coste es mucho más bajo, dado que hace tan solo un año la inflación alcanzaba el 16,6%.

La cesta de la compra, alimento por alimento

Los precios de los alimentos están ahora sobre la mesa con las manifestaciones de agricultores y ganaderos, que denuncian el encarecimiento desmedido de los productos en el camino del campo a la mesa. Además, la ampliación del decreto anticrisis y las negociaciones entre partidos concluyeron con el mantenimiento de la eliminación del IVA de los alimentos básicos (pan, leche, quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales y tubérculos), al que se sumó el aceite, y la reducción del 10% al 5% de la pasta.

La cesta de la compra consiguió reducir en diciembre su valor hasta en 1,7 puntos, situándose en el 7,3%. En el primer mes del año, si bien consiguieron capear el rebote, elevaron una décima su tasa y alcanzaron el 7,4%. La variación mensual es de medio punto, propiciada principalmente por la subida de los precios del pescado y marisco, legumbres y hortalizas y aceites y grasas. Este enero es el segundo mes con la progresión de los alimentos más baja desde marzo de 2022.

La leche y sus derivados lácteos y las frutas en conserva y los frutos secos son los alimentos que menor tasa de inflación del mes de enero. De entre tanto, la leche es la que mejor noticia presenta, situándose en el 0,5%. Sus derivados lácteos se encarecen una décima menos, a un ritmo del 0,4%. Frutas en conservas y frutos secos superan el punto porcentual (1,3%), pero se sitúan muy por debajo de la media. Pan (2,7%) y cereales (3,3%) son los siguientes en la lista.

En lo que se refiere a la carne y al pescado, la opción que menor avance de sus precios presenta es la carne de ave, con un 2,2%. La carne de vacuno se sitúa en segunda posición con un 3,8% y el pescado fresco y congelado en la tercera, con una progresión del 4,5%. Por encima aparecen los crustáceos, moluscos y preparados de pescado (4,9%). Las peores opciones son las otras carnes, como por ejemplo conejo, con un avance del 5,3%, la carne ovina (8,7%) y la carne de porcino (12,4%).

Atendiendo a otros productos clave de la dieta mediterránea, las frutas frescas marcan una inflación anual del 13,7%, por debajo de las legumbres y hortalizas frescas (15,6%). Las patatas y sus preparados (8,2%) y los huevos (6%) sufren un menor encarecimiento y el aceite continúa siendo el producto que más eleva sus precios de toda su cesta, con un IPC del 43,2%. Estos productos, muchos de ellos sin IVA, mantienen niveles elevados de encarecimiento y múltiples asociaciones de consumidores han denunciado que los supermercados están absorbiendo la rebaja.

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