Indra ha confirmado hoy, mediante un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se encuentra en conversaciones con Rolls Royce para adquirir un paquete de control de la empresa española Industria de Turbopropulsores (ITP Aero), actualmente en manos del fabricante británico.

Dichas conversaciones han sido, a su vez, confirmadas por Rolls Royce en un breve comunicado de prensa, en el que no aventura el resultado de éstas, dado que están sujetas “al cumplimiento de un número de condiciones”. Igualmente hace saber que ITP Aero “es un socio clave” con el que pretende seguir manteniendo “relaciones a largo plazo” por sus programas en los sectores aeroespacial, de aviación civil y de defensa.

Analistas financieros consultados por ElPlural.com han calificado esta operación como “muy positiva” para Indra, ofreciendo muchas ventajas a la empresa española en un mercado con gran potencial en la actualidad y con mucho futuro. Dichos analistas consideran que la adquisición de ATP Aero “sería un proyecto de incalculable trascendencia y valor”.

Esta operación, de completarse, facilitaría a Indra un alto potencial de crecimiento y le haría una empresa más grande, con más escala y más oportunidades, dotando a la empresa semipública de mayores capacidades tecnológicas y más músculo tecnológico para competir con las grandes empresas en los mercados de los sectores aeroespacial y de Defensa.

Doblar el valor en sectores estratégicos

Del mismo modo, fuentes financieras consideran que así, Indra mejoraría su mix de creación de valor, al tener un mayor equilibrio entre sus dos grandes negocios, que tendrían con un peso similar en el negocio de la compañía (Transporte y Defensa por un lado y Tecnologías de la Información por otro). Así, ambas líneas de negocio obtendrían “alta masa crítica” de cara a competir con los grandes operadores internacionales.

Así, Indra lograría una cartera conjunta en Transporte y Defensa significativamente más amplia que la actual, con altos niveles de rentabilidad y con tecnología punta, como, por ejemplo, el motor del Eurofighter, donde ITP participa en el diseño, fabricación, montaje, ensayos y soporte en servicio.

En la cartera de clientes de Indra aumentaría el peso del sector privado frente al público, lo que supondría una menor dependencia de los ciclos inversores de Defensa.

La operación permitiría a Indra fortalecer su posición como el mayor operador de Defensa del gobierno español, y le daría una mayor facilidad de acceso a mayores contratos en los programas de defensa europeos, como el futuro avión de combate europeo FCAS. Asimismo, Indra aumentaría su exposición al negocio aeroespacial, en especial en clientes privados, que registra muy significativos márgenes financieros. Además, la operación permitiría a Indra aprovechar las fuertes inversiones realizadas por ITP (más de 1.000 millones de euros en los últimos años).

Entre los productos más sofisticados tecnológicamente que desarrolla y fabrica ITP se encuentran las turbinas de baja presión, uno de los componentes críticos de cualquier motor y es uno de los dos únicos actores independientes a nivel global con estas capacidades. Sin estas turbinas, Rolls-Royce no pondría vender un motor durante un periodo largo de tiempo, afirman fuentes del sector, de ahí que los británicos hayan expresado su interés en mantener la relación con ITP.

Ventajas de la operación para la industria en España

Recuperar a ITP, que es una empresa española en manos extranjeras, facilitaría el posicionamiento de España para acceder a los grandes programas europeos de Defensa en una situación inmejorable e incrementaría sustancialmente el perfil tecnológico español en el mundo.

La suma de ambas compañías crearía un líder tecnológico en un sector como el que conforman Aeroespacial y Defensa que es clave y estratégico para la industria y para España, debido a su alto potencial de creación de empleo, retención de talento y valor añadido. Y también permitiría a Indra el acceso a la cartera de clientes a nivel mundial de ITP (todos los fabricantes de motores de aeronaves civiles y militares), lo que supone aumentar el número de empresas que calificarían a Indra como proveedor homologado, lo que equivale a aumentar sus capacidades comerciales de forma muy notable.