El debate en torno al tabaco y sus lugares de consumo vuelve a estar de actualidad más de una década después. Mónica García, recientemente nombrada ministra de Sanidad, ha recuperado el debate proponiendo recuperar la ley integral antitabaco que, entre otras cosas, contempla la prohibición de fumar en las terrazas de los bares y regular los cigarrillos electrónicos. Mientras, la recaudación por los impuestos del tabaco marca valores históricos, duplicando los ingresos de hace 25 años pese a registrarse la mitad de consumo.

La norma que pretende recuperar García también contempla la introducción de más impuestos al mundo del tabaco con la pretensión de “ampliar los espacios libres de humos”. Actualmente, uno de cada tres ciudadanos (32%) fuma regularmente, lo que reporta una cantidad sustancial de ingresos, vía tributos, a Hacienda. Pocos gravámenes reportan más dinero a la Agencia Tributaria, que se embolsa 7.000 millones de euros anuales por tabaco. El aumento de la carga impositiva podría incrementar esta recaudación, pero la prohibición de consumo en determinados espacios podría limitar su compra.

En los últimos 25 años el consumo de tabaco se ha reducido progresivamente, mientras los ingresos tributaros crecía. En 1998, el número de cajetillas consumida ascendía hasta los 4.428 millones de euros y los ingresos eran de 3.680 millones. En 2022, último año con datos disponibles, las cajetillas consumidas eran menos de la mitad (2.081 millones) y la recaudación el doble (6.682 millones). No obstante, el pico de llenado de las arcas públicas se experimentó en 2010, cuando entraron 7.423 millones por tabaco. Las previsiones para este año se sitúan en torno a los 6.7000 millones.

La principal explicación para el aumento de la recaudación es el ascenso meteórico de los precios. "Los niveles de la recaudación alcanzados estaban entre los mayores de los últimos años y en octubre se volvieron a superar”, recoge el Informe de Recaudación tributaria del mes de octubre. “Las subidas adicionales de precios en las principales marcas de cigarrillos en septiembre explican la mejora", reconoce el texto. El precio medio de la cajetilla en 2022, ya superado este año, era de 4,90 euros, 81 céntimos por encima que hace una década y el triple que hace un cuarto de siglo.

"El Impuesto devengado sobre Labores del Tabaco creció un 5,1% el tercer trimestre (-0,1% en el año), mejorando de forma notable los registros de los trimestres precedentes gracias a la recuperación del consumo de cajetillas y a un nuevo incremento de los precios", constata el informe. En comparación con el resto de productos, el precio y los impuestos del tabaco han superado en casi cuatro veces la inflación acumulada generalizada.

Manteniendo el debate hacia el plano económico, lo cierto es que el sistema sanitario español experimentaría un ahorro sustancial de reducirse el tabaquismo, si bien la prohibición de fumar en terrazas o playas no garantiza que esto se produzca. Desde el ámbito sectorial, los hosteleros braman en protesta por la posible medida, asegurando que acabará con su clientela, mismo argumento que se fue utilizado por la profesión en 2010, cuando se prohibió fumar en interiores.

Debate sectorial

Desde la patronal catalana, Foment del Treball, se estima que el cese del consumo de cigarrillos en España tendría un impacto económico positivo de hasta el 2,3% del PIB. Por este motivo, el presidente de la organización, Josep Sánchez Llibre, ha exigido a las administraciones que fomenten "el desarrollo de productos para promover el control" y dejar de fumar.

El estudio encargado por Foment al Col·legi d'Economistes de Catalunya ha cuantificado en términos monetarios los resultados de mejora de la salud en una investigación sobre el consumo de productos de tabaco alternativos a los cigarrillos. El decano de la institución, Carles Puig de Travy, ha defendido que el estudio "saca a la luz un tema controvertido y aporta datos objetivos para una reflexión más profunda".

En cifras, la mejora en el bienestar de los fumadores si la totalidad abandonara los cigarrillos sería de entre 21.400 millones de euros y los 31.000 millones. Si lo dejara el 50%, el impacto económico oscilaría entre los 10.700 y los 15.500 millones de euros. Asimismo, el impacto de dejar de fumar sería de entre 1.487 y 2.966 euros por persona