Esta semana se ha celebrado una nueva reunión para avanzar en la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas con, una vez más, posturas enfrentadas entre sindicatos y empresarios. Con el Gobierno en el medio, y más cerca del lado de los trabajadores que de CEOE, UGT y CCOO han respondido al rechazo de la patronal con el anuncio de movilizaciones en las puertas de las principales sedes de la CEOE.
Los sindicatos han convocado manifestaciones a las puertas de las sedes de la patronal en las principales capitales de provincia españolas para el próximo 26 de septiembre. Unas movilizaciones con las que pretenden forzar a CEOE a aceptar o, al menos, presentar alguna propuesta a la reducción de la jornada laboral actual de 40 horas semanales hasta las 37,5 horas para el próximo ejercicio 2025, que entraría en vigor a partir del próximo 1 de enero.
Unas movilizaciones que cuentan ya con el apoyo de Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y responsable última de las negociaciones en materia laboral. Por su parte, ni los ministros del PSOE ni altos cargos del Gobierno se han pronunciado públicamente sobre la convocatoria sindical de movilizaciones. Desde hace meses, con el correspondiente parón veraniego, Gobierno, sindicatos y empresarios negocian en la mesa de diálogo social sobre una propuesta conjunta para avanzar en la reducción de la jornada laboral de los españoles.
Sin embargo, parece que la negociación podría terminar como ha ocurrido en otras ocasiones: con el visto bueno de Gobierno y sindicatos pero sin el ok de la patronal. La mesa de diálogo social está presidida por Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo y mano derecha de la vicepresidenta tercera y ministra Yolanda Díaz. La propia Díaz reconocía el martes que confiaba en el acuerdo tripartito para reducir la jornada laboral. Sin embargo, un día después, los sindicatos anunciaban movilizaciones en las puertas de la CEOE, subiendo el tono entre unos y otros.
Postura más cercana del Gobierno
Al contrario de lo que ha ocurrido en otros aspectos laborales, parece que el Gobierno tiene una postura común más cercana para reducir el tiempo de trabajo de los españoles. Una propuesta que no solo miraría por los trabajadores, sino que también lleva consigo un aumento de la productividad para las empresas españolas que, según la postura del Ejecutivo, no verían pérdidas en su negocio con esta reducción de la jornada laboral. Ante esto, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se ha sumado al discurso de Díaz y ha pedido a la patronal presentar una “contrapropuesta” ante el rechazo a la oferta presentada por el Ejecutivo en la mesa de diálogo social tripartita este lunes.
"Es importante que la propia patronal, si tiene alguna contrapropuesta, tenga una respuesta específica para que podamos seguir avanzando en este proceso de diálogo y que las reuniones sean cada vez más productivas y que las discusiones se vayan centrando o se vayan reduciendo cada vez más en torno a los aspectos que queden abiertos", defiende Cuerpo. Por su parte, Díaz endurece el tono y llama a la patronal y a sus “socios parlamentarios” a que se pronuncien abiertamente sobre la propuesta.
Es decir, no vale solo con decir que no, sino que desde el Gobierno -tanto PSOE como Sumar- piden a la CEOE presentar sus reivindicaciones en la mesa de negociación para intentar llegar a un acuerdo tripartito. Eso sería lo ideal -el acuerdo tripartito- pero no sería la primera vez que sindicatos y Gobierno aprueban una mejora de las condiciones laborales para los trabajadores españoles sin el apoyo de los empresarios. Pasó con la negociación de la reforma del sistema público de pensiones y no se descarta que pueda ocurrir de nuevo.
La última palabra la tiene el Congreso de los Diputados
Cuerpo confía en el acuerdo tripartito para reducir la jornada laboral, tal y como ha reconocido en las últimas horas, como también confía Díaz, en este caso con la negociación en manos de su cartera. "Espero que haya un diálogo, una contrapropuesta, que haya una actitud proactiva, en este caso, por parte de la patronal", ha señalado el ministro. No obstante, el visto bueno de la patronal a la propuesta a la que parecen acercarse sindicatos y Gobierno tampoco sería un seguro para la aprobación de la reducción de la jornada laboral de forma automática. La llave la tiene el Congreso de los Diputados. Tras un diseño conjunto, y tripartito, de una propuesta que proteja los intereses del Ejecutivo, los sindicatos y los empresarios de forma paralela, finalmente llegará el turno de la clase política, que tendrá que dar su visto bueno a la propuesta.
Aquí se complicarían las cosas dada la situación de crispación política actual. Es por eso que desde los sindicatos empiezan a pedir a la clase política señales para avanzar qué podría pasar una vez la propuesta llegue a trámite parlamentario. El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha reclamado esta semana “espejos” para anticipar el voto de los diferentes partidos políticos a la propuesta al entender que "están muy de perfil". “Tienen que decir qué opinan de esto”, ha reclamado Sordo.
Desde la patronal justifican su no porque “la medida ya está tomada”. “Es un diálogo del Gobierno o un binólogo con los sindicatos” -ha criticado Antonio Garamendi, presidente de CEOE, esta misma semana- "Los sindicatos han hablado con el Gobierno. El Gobierno lo ha decidido y ha dicho ‘esto es así y ahora te sientas en la mesa y tienes que decir lo que yo diga’". Más allá de las críticas de unos y de otros, el Ejecutivo no necesita el visto bueno de la patronal -tampoco lo necesitaría de la parte sindical- para llevar su propuesta al Congreso de los Diputados, ya que se trata de un mero trámite de consulta a los agentes sociales.
Por el momento, la primera reunión celebrada por las partes a la vuelta de vacaciones ha terminado con el anuncio, apenas dos días después, de manifestaciones sindicales a las puertas de la CEOE. Una convocatoria que arrancará el próximo jueves 26 de septiembre y que, tal y como han anunciado los sindicatos, podría ir replicándose en nuevas fechas.