El Gobierno ha buscado ser prudente con sus previsiones económicas, pero las actualizaciones al alza de todas las estimaciones realizadas los organismos nacionales e internacionales se han llevado el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) esperado para este año muy por encima de lo que se pronosticaba meses atrás. El Ministerio de Economía se ha visto obligado ahora a hacer lo propio después de la actualización de series de la Contabilidad Nacional Anual y ha actualizado su cuadro macroeconómico, situando el avance de la economía española en un 2,7%, tres décimas por encima del 2,4% indicado en junio.
El globo económico continúa hinchándose; pero el Ejecutivo de coalición evita el triunfalismo excesivo y ha situado sus cifras por debajo de lo que apuntan algunos organismos más optimistas, como el Banco de España (2,8%) o el Consejo General de Economistas (2,9%). No obstante, independientemente de la previsión elegida, el liderazgo de España al frente de Europa está certificado para los próximos años. Así lo muestran los datos para 2025 y 2026, que también mejoran, dos décimas en ambos casos, hasta situarse en el 2,4% y el 2,2%, respectivamente.
España seguirá siendo de esta forma una de las economías más dinámicas de la zona euro, con un crecimiento “más fuerte y rápido que el de los principales países europeos”, ha celebrado Carlos Cuerpo, líder de la cartera Económica, Comercio y Empresa. Asimismo, ha defendido que se trata de “un crecimiento equilibrado gracias al dinamismo del empleo, la positiva evolución del consumo y la inversión y la fortaleza del sector exterior, especialmente de las exportaciones”. Es más, el consumo privado, “apoyado en el buen comportamiento laboral”, será “uno de los principales motores de crecimiento”.
Al mismo tiempo, el Ejecutivo garantiza que seguirá cumpliendo con sus obligaciones con Bruselas. Tras las revisiones, la ratio de deuda pública sobre PIB habría alcanzado ya, en el año 2023, el objetivo que se había previsto para 2024 de llegar al 105% de deuda sobre el PIB, adelantándose así un ejercicio. "Son datos que son un elemento de confianza hacia adelante en cuanto a la responsabilidad con la que se ha comportado el Gobierno en materia de actuación presupuestaria, incluso en unos años de ausencia de reglas fiscales a nivel europeo, con una reducción continuada de la deuda", ha trasladado Cuerpo.
Mejora del empleo y los salarios
El nuevo cuadro macroeconómico también actualiza datos de empleo y precios. En materia laboral, el Gobierno espera que se creen en torno a 500.000 empleos al año y, de esta manera, se llegue a superar los 22 millones de ocupados el próximo curso. A su vez, las previsiones apuntan a que el paro continuará reduciéndose hasta situarse en el 11,2% este año, 10,3% el siguiente y por debajo de la barrera del 10% a cierre de 2026, concretamente en el 9,7%.
“Un crecimiento de la ocupación que viene acompañado de la mejora de la productividad por hora todos los años, y el aumento de la remuneración por asalariado, que crecerá por encima de la inflación, lo que permitirá seguir mejorando el poder adquisitivo de los trabajadores”, trasladan desde Economía. En detalle, se espera que la remuneración media por asalariado sea del 4% este año, 3,1% el siguiente y 2,6% a dos años vista; mientras que la inflación cerraría con un 2,9% medio este curso, un 3,1% en 2025 y un 1,8% en 2026.
Más inversión
La inversión también se revisa al alza, siendo uno de los elementos principales en el aumento del crecimiento de las previsiones económicas y pasando a ser del 3,3% en 2024, el 5,8% en 2025 y el 4,9% en 2026. Esto, trasladan desde el departamento de Economía, “refleja el impulso y aportación positiva del Plan de Recuperación”. Además, el cuadro garantiza que se mantendrá el dinamismo del sector exterior, “gracias a la evolución de las exportaciones de bienes y servicios, que mantendrán su tono positivo”. Las exportaciones avanzarán un 4,2% en 2024 para moderar después su ritmo de crecimiento hasta el 2,4% en 2025 y hasta el 2,3% en 2026.
Las importaciones, por su parte, se incrementarán un 2,6% este año y acelerarán su crecimiento al 3,6% en 2025, mientras que en 2026 subirán algo menos, un 3,1%. Así, el Gobierno calcula que la demanda nacional aportará dos puntos al crecimiento del PIB de 2024, mientras que la externa contribuirá con siete décimas. En el caso de 2025, todo el crecimiento se apoyará en la demanda interna, pues el sector exterior restará tres décimas al PIB, y lo mismo en 2026, cuando la demanda externa tendrá una contribución negativa de dos décimas.