El gasto en pensiones continúa al alza y registra un nuevo récord en el mes de julio, en los 10.202,29 millones de euros. Es decir, la Seguridad Social ha destinado esta cifra, un 3,23% más frente al mismo mes de 2020, al pago de pensiones contributivas, tal y como ha informado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En cifras, el mes de julio ha cerrado con el abono de un total de 9.868.153 pensiones contributivas, un 1,04% frente a la cifra de hace un año. Del total, más de 6,17 millones correspondían a pensiones de jubilación y 2,35 millones a pensiones de viudedad, 951.310 a incapacidad permanente, 343.785 a orfandad y 43.804 en favor de familiares.

Esto se traduce en que más de dos tercios de la nómina corresponde al abono de las pensiones de jubilación, 1.746,27 millones de euros, un 2,24% más que en julio de 2020. Por otro lado, la nómina de las prestaciones por incapacidad permanente se situó en 945,58 millones de euros, mientras que la de orfandad supuso 143,31 millones y las prestaciones en favor de familiares, 26,42 millones de euros,

Las cifras del Ministerio de Seguridad Social desvelan que en la primera mitad del año se han producido 311.550 altas, mientras en paralelo se han registrado 256.402 bajas, lo que refleja la tendencia que se mantiene desde principios de este año. Esta tendencia difiere de lo que ocurría en los primeros meses de la pandemia, con una alta mortandad por coronavirus sobre las personas mayores.

La pensión media de jubilación ha alcanzado en julio los 1.189,74 euros, un 2,3% más que el año pasado. Asimismo, la pensión media del sistema -aquella que incluye todas las clases de pensión: jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares- aumentó un 2,18% interanual hasta los 1.033,86 euros mensuales.