Solidaridad, el sindicato pantalla de Vox, anunciaba este lunes la convocatoria de huelga general de cara al próximo 24 de noviembre. Santiago Abascal, líder de Vox, ha pedido el apoyo del resto de sindicatos y patronales, pero su ruego no ha reunido ni un adepto. Antonio Garamendi, presidente de la patronal española, ha trasladado este martes su negativa a apoyar la acción de la ultraderecha.  “No apoyamos ni vamos a apoyar nunca una huelga”, ha sentenciado el máximo dirigente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).  

“Frente a la desigualdad y la traición” y cargando contra el resto de organizaciones, la asociación de extrema derecha ha llamado a “parar España”. El líder de los empresarios ha sido claro y ha asegurado que este proceder “va en sentido contrario de las agujas del reloj de lo que tenemos que hacer, que es trabajar por nuestro país”. Sobre las llamadas de Vox a la insurrección, Garamendi a asegurado querer “volver a los grandes consensos” y ha aprovechado para lanzar un recado al partido de extrema derecha: “no nos gusta que nos manden los extremos”.

El dirigente patronal ha mantenido un discurso similar en lo referido a las manifestaciones frente a Ferraz y, a diferencia de las derechas políticas, ha condenado la violencia. “Aquellas manifestaciones que sean legales y autorizadas son totalmente respetables siempre y cuando actúen desde la normalidad, la tranquilidad y la paz”, ha destacado, recalcando que es necesario separar “perfectamente” las manifestaciones pacíficas “de lo que son el acceso a las sedes o ir a las instituciones, que se merecen un respeto”. “Nosotros nunca vamos a apoyar los espacios fuera de la ley”, ha zanjado.

Es un proceso insurreccional

Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha sido también duro con el proceder del partido extremista. “Estamos ante el intento de desestabilización y huelga de un partido político y de una formulación política en torno a la extrema derecha”, ha lamentado. Además, el sindicalista ha dejado claro que esta maniobra está orquestada por Vox y no busca, ni de lejos, una mejora para los trabajadores, sino la agitación. “Como un partido político no tiene legitimidad para convocar huelga general se busca una sociedad instrumental que le hace las veces de supuestos sindicato sin ninguna representatividad en las elecciones sindicales”, ha denunciado.

El señalamiento de Sordo coincide con el propio reconocimiento de Solidaridad, que asegura contar con 250 delegados sindicales de los más de 250.000 electos en todo el país. El pseudosindicato ni siquiera alcanza un 0,1% de representatividad entre los trabajadores, lo que nos ha frenado su pretensión de convocar una huelga política. “Esto es un proceso insurreccional que la extrema derecha quiere trasladar a la sociedad española y del que espero que el Partido Popular (PP) se aleje cuanto antes”, ha añadido el líder de CCOO, que ha pedido a los de Alberto Núñez Feijóo que vuelvan a los cauces democráticos.

De igual manera que Garamendi, Sordo también ha llamado a rebajar el ambiente. “Hablamos de España muy a lo bruto, hay una serie de confrontaciones que se dan mucho en el ámbito de Madrid”, ha explicado. En ese sentido, ha reclamado la definición de una agenda donde se aborden los problemas de la gente: “los salarios, los precios, los servicios públicos, la atención sanitaria, la garantía de pensiones, una fiscalidad justa y suficiente y la transición digital y energética”.

Discrepancias por los acuerdos de investidura

Ambos líderes de los agentes sociales han aprovechado también sus declaraciones para evidenciar sus discrepancias en relación con los acuerdos de investidura cerrados entre el PSOE y el resto de partidos políticos. Como quedase plasmado en su comunicado del lunes, el presidente de la CEOE ha reiterado que “no estamos de acuerdo con la amnistía”. “Pensamos que no entra dentro de lo constitucional y nos aporta inseguridad jurídica”, ha justificado, destacando que “esto provoca la falta de confianza”.

Por el contrario, Sordo ha asegurado que no cree que se pueda deducir que hay una medida especialmente lesiva para la creación de empleo, “más bien al contrario”. “Yo creo que una reducción de la jornada laboral que a la larga genera más empleo”, ha ejemplificado. “Estas previsiones catastróficas de lo que iba a ocurrir en España si se subía el Salario Mínimo Interprofesional (SM), si se reducía la temporalidad, ya las hemos visto en estos últimos cuatro años y no se ha cumplido ninguna”, ha recordado el sindicalista.  

El empresario vasco también ha querido poner el foco sobre el SMI, de actualidad tras el anuncio de una nueva subida que Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, ha prometido como primera medida de la legislatura. “El SMI está consiguiendo más economía sumergida y hace daño a los pequeñitos”, ha opinado. Más allá, el presidente de la CEOE ha señalado que el resto de medidas contempladas en los acuerdos se irán debatiendo según surja, zanjado que “las cosas no van mal, pero podrían ir mejor”.