Mediante los trabajos realizados, se ha dotado de mayor capacidad y fiabilidad a esta infraestructura. El servicio de transporte vuelve a su funcionamiento habitual dos días antes de lo previsto, tras haberse iniciado las obras de adecuación y mejora el pasado 19 de julio. Se trata de una actuación que forma parte de las labores que Adif está llevando a cabo en la estación de Atocha Cercanías, un proyecto que, tal y como está previsto, finalizará en el próximo año 2026 y que dará lugar a que la capacidad del túnel de Sol crezca en un 33%, así como también permitirá facilitar la gestión de incidencias, mejorar los tiempos de viaje y la fiabilidad de sus líneas en un 50%, en especial la C-3 y la C-4 de Cercanías Madrid, evitando esperas ocasionales de sus trenes a la entrada de Atocha. Estas obras están contempladas en el Plan de Cercanías Madrid y suponen una inversión de 54 millones de euros.

Las obras en su conjunto de este proyecto se vienen desarrollando por fases. De esta manera, el pasado 2 de julio se dio inicio a estos trabajos sobre Atocha y que motivaron el corte de la línea C-5 entre las estaciones de Embajadores-Villaverde Alto, un servicio que estuvo suspendido hasta el pasado 31 de julio. Mientras se llevaban a cabo esas intervenciones, el 19 de julio se abordó otro de los tramos, que implicó el corte del túnel de Sol entre las estaciones de Chamartín y Atocha que ahora finaliza.

El proyecto ofrecerá a los usuarios mejoras en este transporte público, ya que se procede a incluir una vía más en el túnel de Sol y, además, se amplía el andén 5, que da servicio a las vías 9 y 10, para aumentar su capacidad y así destinarlo a la subida/bajada de viajeros de la línea C-5. Hasta este verano, las intervenciones que se vienen realizando dentro de este marco se había podido hacer sin afectar al tráfico; no obstante, el pasado 2 de julio se debió proceder a los cortes en las líneas para poder abordar los trabajos en diferentes puntos, habiéndose cortado parcialmente en primer lugar la línea C-5 entre Embajadores y Villaverde Alto. 

Con el segundo corte parcial, las líneas C-2, C-7, C-8 y C-10, que utilizan el túnel de Recoletos y también conectan Atocha con Chamartín, permitieron a los viajeros de las líneas C-3 y C-4 realizar los transbordos necesarios en ambas estaciones. Estos trabajos estaban planificados para comenzar el pasado mes de enero, pero las obras de soterramiento de la autovía A5 y el consiguiente refuerzo de la línea C-5 de Cercanías motivaron que, de común acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid y el Consorcio Regional de Transportes (CRTM), se pospusieran a los meses de verano, cuando la demanda de transporte en la red madrileña es menor.

Un servicio más fiable y con mejor capacidad

La actuación se enmarca en el Plan de Cercanías Madrid, con una inversión desde 2018 que supera los 1.700 millones de euros, de los que más de 87 millones son para estaciones y aparcamientos. La configuración de vías en un esquema 4+4+2 en la cabecera norte, frente al actual 4+3+3 (que corresponde a 4 vías por el túnel de Recoletos, 3 por Sol y 3 por Embajadores), permitirá asignar las vías 1 a 4 al túnel de Recoletos, las vías 5 a 8 al túnel de Sol y las vías 9 y 10 al túnel de Embajadores.

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