El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado este martes sus previsiones económicas tras el impacto del coronavirus para la economía mundial. En el caso de España, el FMI ha avanzado que el PIB caerá un 8% este año y la tasa de paro crecerá hasta el 20,8%, eso en el mejor de los casos, suponiendo que el segundo semestre sea de recuperación.

Relacionado El FMI prevé que la economía española caiga un 8% este año

Además del impacto en el crecimiento económico y el paro, el FMI también ha avanzado las cifras de déficit y deuda pública a las que España tendrá que hacer frente este año por la crisis del Covid-19. En concreto, asegura que este año registrará el mayor nivel de déficit desde el rescate bancario, hasta el 9,5% del PIB, y una deuda pública del 113,4%.

En el informe explica que la crisis sanitaria y económica del coronavirus, así como las medidas de contención del Gobierno para paliar al máximo su impacto, elevarán el déficit hasta el 9,5% del PIB desde el 2,6% del año pasado. Si se cumplen las previsiones, este sería el saldo más negativo más alto desde la crisis económica de 2012, cuando el rescate bancario provocó un aumento del déficit hasta el 10,7%.

En línea con esto, y en el mejor de los casos propuestos por el FMI, el déficit bajaría el próximo 2021 hasta el 6,7% del PIB, en el nivel más alto desde 2013. Estas cifras sitúan a España como el país europeo desarrollado con mayor nivel de déficit tanto este como el año próximo, superando ampliamente la media del 7,5% y del 3,6% prevista para la zona euro.

Por su parte, la deuda pública también aumentará y se situará en el 113,4% este año, su máximo en más de un siglo, según las previsiones del FMI y lo hará hasta el 114,6% en 2021. En este caso también se superan las previsiones para la zona euro, en el 97,4% y el 95,6% del PIB.

El organismo internacional ha valorado que España será de una de las economías europeas más perjudicadas por la crisis, especialmente por la importancia del turismo y el sector servicios en el PIB nacional, sectores totalmente parados por el estado de alarma decretado por el Gobierno para paliar los contagios. Pero también por el gran número de pymes de la economía española, más allá del 90%.