Con la victoria de Trump todos los medios afirman que va a favorecer a los ricos bajando los impuestos, pero ¿qué va a pasar con los derechos humanos?

Obviamente latinos, negros, musulmanes, mujeres, homosexuales lo van a pasar muy mal pero el resto de la población también, excepto los multimillonarios, fortunas del petróleo, la construcción o grandes financieros.

Uno de sus puntos clave en la campaña ha sido la inmigración. Quizás no pueda expulsar a los millones de mejicanos, centro americanos, cubanos o hindúes que llevan años y años en Estados Unidos y que son la base laboral de dicho país, pero puede afectar muy directamente también a millones de hombres y mujeres que llegaron hace años a Estados Unidos, pero siguen sin papeles.

Existen familias que viven en dicho país desde hace 15 o 20 años, tienen su casa en propiedad, trabajan, estudian aunque no llegan a la Universidad y hacen su vida como un estadounidense más pero sin papeles.

¿Qué pasará con este sector de la inmigración? Veremos.

También están los inmigrantes que llevan menos tiempo en el país por lo tanto son más vulnerables.

Esperemos que Trump no imite algunas costumbres europeas. La Vieja Europa de los Derechos Humanos ha expulsado desde 2009, por la puerta de atrás de la UE, a 17.786 personas en situación irregular. Para ello, utilizaron 58 millones de euros procedentes de fondos europeos.

Las expulsiones en vuelos organizados de forma coordinada por los Estados y financiada por la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), suponen un gasto de 3.000 euros de media por persona expulsada. La “limpieza” se hace de forma silenciosa. De hecho, un buen número de estos vuelos se planifican de madrugada.

Junto con Alemania, España es el país desde el que más personas se han deportado. Los destinos más habituales son Colombia, Ecuador, y Nigeria. En el caso de Alemania, los vuelos se dirigen en su mayoría hacia Kosovo y Serbia. Más de tres millares de personas han sido deportadas a los países balcánicos en el último lustro.

De hecho en España, Air Europa y Air Nostrum están luchando para conseguir la exclusiva de los vuelos de la vergüenza que licita el Gobierno por 11,8 millones. Hasta el momento Air Europa tenía una situación de preferencia.

Pero aparte comparaciones, los grandes organismos internacionales, las ONG y toda la gente de bien tendrán que ponerse en marcha para crear un muro de contención a los abusos que este individuo pretenda llevar a cabo.

Ha llegado el momento de la movilización ciudadana, en la calle, en todo tipo de organismos, en las Universidades y en cualquier rincón del país.