"Vivimos el momento más peligroso desde el final de la Guerra Fría”. Con esta franqueza el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha alertado de que "Europa está en peligro”. 

"Pero los últimos dos años hemos vivido un grave empeoramiento de nuestro entorno estratégico”, ha subrayado el Alto Representante para la Cooperación y Seguridad de la Unión Europea en medio de una crisis de seguridad con Rusia, la sexta ola del coronavirus y los problemas de suministro de gas.

"Ojalá fuera diferente", ha afirmado Borrell en una conferencia en Bruselas tras admitir que "vivimos una conjunción de los problemas del siglo XIX, es decir, el choque de imperios; del siglo XX, la era de la política de poder; y los del siglo XXI, es decir, la militarización de la interdependencia”.

Riesgo de un gran conflicto 

"Nos enfrentamos al riesgo de un gran conflicto militar en nuestro continente (…) Rusia ha acumulado más de 100.000 soldados y material militar pesado en la frontera con Ucrania. Está lanzando amenazas abiertas de usar la fuerza a menos que se cumplan sus demandas. Está en juego el destino de Ucrania, pero también los principios más generales de la seguridad europea”, ha subrayado al respecto. 

Además de Rusia y Ucrania, el jefe de la diplomacia europea ha enumerado otros conflictos que amenazan Europea: “Tenemos un número sin precedentes de conflictos que se gestan en nuestras fronteras o más allá: Siria, no resuelto, Libia, el Sahel, el Cuerno de África... La pandemia ha expuesto y acelerado las tendencias que estaban subyacentes, y vemos cómo nuestro mundo está marcado por una disputa agresiva entre los Estados, siendo la competencia estratégica entre Estados Unidos y China como la principal fuerza estructuradora”.

Según Borrell, "todavía existen conflictos militares, pero lo más interesante son las guerras invisibles y la militarización de todo: de los migrantes, las vacunas, la energía, los estándares tecnológicos son todas herramientas para la competencia política".

"Hay un cambio de poder geográfico, de Oeste a Este, del mundo Atlántico al Indo-Pacífico; y también funcional, alejado de los gobiernos (…) Nuestro mundo está siendo transformado por los mercados financieros, los gigantes tecnológicos y los conglomerados de medios, pero también por los grupos criminales y las células durmientes”, ha alertado el Alto Representante. 

En su opinión, “todo esto está sucediendo cuando la capacidad del sistema multilateral está en su punto más débil en los últimos 30 años. Debido a que las relaciones entre los principales actores son conflictivas, la cooperación internacional se ha estancado. La ONU, el G20, la OSCE: los necesitamos como nunca, pero todos están debilitados por la desconfianza, los vetos y las luchas internas. Es un cóctel arriesgado: más problemas, más graves y más interrelacionados, pero con menos capacidad de respuesta”. 

Por todo ello y en este difícil contexto, Borrell ha propuesto dar el salto “hacia la nueva seguridad y defensa europea, algo que está acorde con las expectativas de los ciudadanos, que tienen claro que los europeos demos seguridad a un coste más económico y con más sentido de unidad, actuando juntos".