China continúa en su carrera por convertirse en el líder económico mundial y su última apuesta es el turismo. La crisis sanitaria parece haber abandonado definitivamente el gigante asiático y el aperturismo se abre paso, dando una gran noticia a los aventureros con ganas de conocer el segundo país más poblado del mundo. No todos los ciudadanos del mundo tendrán la misma suerte, pero los españoles han sido incluidos dentro de un grupo de cinco elegidos que no requerirán de visado para traspasar las fronteras chinas.

Turismo, negocios, vistas a familiares. La causa del viaje es lo de menos, lo importante es el tiempo de duración. Desde el 1 de diciembre, los habitantes de España, Francia, Alemania, Países Bajos, Italia y Malasia pueden entrar al país sin tener que presentar visa y disfrutar una estancia de hasta 15 días (máximo). El Ministerio de Relaciones Exteriores chino ha explicado que esta situación forma parte de un programa piloto que se desarrollará entre diciembre de este año y noviembre del próximo.

Se acabaron, por lo menos durante un año, las largas visitas a embajadas, centros de visados o consulados y los arduos trámites. Hasta el momento, tan solo Singapur y Brunéi contaban con la excepcionalidad de la que ahora gozan cinco países más. De esta lista se cayó Japón con la llegada de la pandemia. En el caso de los viajeros de España, hasta ahora sólo estaban exentos de visado para viajes de turismo a Hong Kong y Macao, en estancias inferiores a 90 días.

China busca recuperar los niveles turísticos previos a la pandemia, cuando llegó a rozar los 1.000 millones de visitantes en 2019. Este año, con muchas restricciones aún en vigor, tan solo ha registrado 8,4 millones de visitantes extranjeros durante los seis primeros meses del año. 

Mao Ning, portavoz de Exteriores china, ha explicado el porqué de la decisión del país más importante de Asia. “Con el fin de seguir promoviendo los intercambios de personas entre China y los países extranjeros, servir al desarrollo de alta calidad y abrirse al exterior a un alto nivel, China ha decidido ampliar el ámbito de aplicación de la exención unilateral de visados a modo de prueba”, ha relatado. 

"Los titulares de pasaportes ordinarios de los países mencionados que viajen a China por negocios, turismo, visitas familiares y de amigos, y tránsito por no más de 15 días podrán ingresar a China sin visado", han desgrandado las autoridades chinas, que han querido dejar claro que esta medida es "experimental". 

La Unión Europea (UE) ve con bueno ojos la decisión china y ha valorado positivamente el acercamiento. “Es positivo que las autoridades tomen medidas para facilitar los intercambios entre personas. Se trata de una mejora tangible y práctica, que también aumentará la confianza de las empresas”, reza el comunicado emitido en el momento de conocerse la decisión por la Cámara de Comercio de los Veintisiete. No obstante, debido al escaso número de países aceptados, el organismo “espera que pronto se añadan a esta lista más naciones europeas”.

“Esperamos que el gobierno chino implemente las medidas anunciadas hoy para todos los estados miembros de la UE. Esto supondría una mejora importante de la movilidad de nuestros ciudadanos, permitiendo relaciones personales, culturales y económicas más profundas entre China y la UE”, celebraba Patricia Flor, embajadora de Alemania en China.

Aperturismo tras la pandemia

China ha desarrollado durante casi tres años una política muy estricta contra la Covid-19, lo que implicaba un cierre casi total de fronteras. El país comenzó a desmantelar estas medidas a finales de 2022 y el pasado 8 de enero redujo la situación sanitaria de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B, de gestión de la enfermedad, marcando así en la práctica el final de esta política de cierre y de las cuarentenas.

Simultáneamente se ha producido un ascenso de las conexiones con el extranjero por vía aérea y el tono de los mandatarios chinos es más amable de cara a las visitas. El propio presidente del país, Xi Jinping, llamaba a “construir más puentes” para las “interacciones entre personas” durante una cena que mantuvo con el presidente estadounidense, Joe Biden, y más personalidades. “No debemos erigir barreras”, trasladaba el líder asiático.