España ha vuelto a ganar una batalla en Europa, en esta ocasión con motivo de la sequía. A finales de junio, Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Ganadería, ya dejaba claro que darían batalla en Bruselas para conseguir que se activase el paquete de ayudas dotado con 330 millones de euros y destinado a combatir los efectos de la sequía en el sector agrícola. Del montante, España es el mayor beneficiado con 81 millones de euros que, tras el visto bueno del Ejecutivo comunitario, llegarán este mismo martes para que el Gobierno pueda repartirlos entre agricultores y ganaderos.

Lo conseguiremos”, anunciaba Planas, y así ha sido. "Este paquete de apoyo llega en un momento en que los agricultores continúan enfrentando estos desafíos", ha confirmado a través de sus redes sociales el comisario europeo de Agricultura, el polaco Janusz Wojciechowski, quien ha informado de la adopción del paquete por parte del Ejecutivo comunitario tras recibir el visto bueno de los Veintisiete el pasado 10 de julio. Una semana después, el proceso se termina tras la publicación de la ayuda en el Diario Oficial de la Unión Europea (UE).

22 de los 27 Estados miembro serán beneficiarios, en diferente medida, dado que España no ha sido el único país golpeado por las inclemencias climatológicas. Países como Portugal, Francia o Italia también han sufrido el golpe de la sequía o de las inundaciones, motivo por el que los Gobiernos de estos países han aunado fuerzas estas últimas semanas para presentar ante la Comisión Europea, en el marco de la celebración de los diferentes Consejos de Agricultura y Pesca, una serie de demandas y líneas a seguir para dar respuesta a esta crisis del agua, que finalmente han sido escuchadas.

El conjunto del paquete de Bruselas se compone de 330 millones de euros, conformados por 250 millones que se descontarán de la reserva agrícola contemplada para este curso y 80 millones adicionales que saldrán del presupuesto de la UE. De esta suma, España percibirá casi una cuarta parte. Con esta nueva inyección, el Gobierno español pretende completar los desembolsos aprobados a nivel nacional y destinados a agricultores y ganaderos castigados por la crisis. 

Este es el tercer paquete de ayudas de la reserva agrícola que presenta el Ejecutivo comunitario. Primeramente llegó una partida de 56,3 millones destinada a agricultores polacos, búlgaros y rumanos. A esta le siguió otra, de otros 100 millones de euros para los cinco países colindantes más afectados por el incremento de importaciones de grano de Ucrania: Hungría, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia.

A nivel nacional, el último paquete de medidas aprobado en mayo estaba dotado de 2.200 millones de euros. Del montante total, la iniciativa contempla ayudas directas para el sector primario por el valor de 636 millones de euros, casi la totalidad de los 784 millones de euros destinados al sector agrario, y 1.400 millones de euros que destinará el Ministerio de Transición Ecológica para construir nuevas infraestructuras

Sector pesquero

El ministro Planas se ha centrado también estos días en el sector pesquero y este martes se ha reunido con sus homólogos europeos en la lonja de Vigo. Desde la ciudad gallega el titular de Agricultura, Pesca y Ganadería ha puesto en valor el peso del puerto a nivel internacional y ha realizado una visita junto al resto de ministros para dar a conocer las instalaciones y el trabajo de los múltiples trabajadores que, desde las 05:00 horas, han estado acompañados por las autoridades europeas.

“Las prioridades de la presidencia española del Consejo de la UE en materia de pesca son tres: Contribución de la producción pesquera a la seguridad alimentaria, plurianualidad de los Tacs y cuotas de pesca y descarbonización de la flota”, ha explicado Planas. En esta línea se ha celebrado el Consejo de Ministros europeo informal, que se enmarca en la presidencia rotatoria española del Consejo de la Unión Europea. Durante su desarrollo ha tenido lugar una ponencia en materia de descarbonización, con la pretensión de definir un sector pesquero más sostenible.

El puerto de Vigo ha sido el elegido, ya que se considera uno de los primeros puntos comercializadores de pescado para consumo humano del mundo. Alcanza las 800.000 toneladas al año, entre ellas 34.000 toneladas de pescado fresco y 513.000 de pescado congelado, provenientes prácticamente de todos los mares del mundo. Se ha consolidado como un motor económico que genera unos 15.000 puestos de trabajo en la ciudad y su área de influencia. En su perímetro se llevan a cabo actividades extractivas, comercializadoras, elaboradoras, transformadoras y distribuidoras de la mercancía.