El Banco Central Europeo (BCE) emitió un informe este pasado miércoles mediante el cual cuestionaba diversos aspectos del impuesto temporal que el Gobierno de España plantea sobre la banca. Este viernes, el ministro de Seguridad Social, Inclusiones y Migración, José Luis Escrivá, en declaraciones a RNE, ha restado importancia al escrito, al entender que son recomendaciones y consideraciones generales. De hecho, ha deslizado que debe ser un "copia y pega" de otros casos similares, sugiriendo que en países como Francia y otros estados escandinavos, ya existe un gravamen semejante. 

Escrivá no ha ocultado su "sorpresa" ante la advertencia del BCE, que entiende que el gravamen español a la banca puede incurrir en restricciones de crédito. El ministro de Seguridad Social considera "paradójico" que la institución, que está subiendo los tipos de interés para suavizar el crédito, lance una advertencia de este estilo en el contexto actual, marcado por la guerra de Ucrania. 

 

No obstante, no es la primera vez que el BCE ha emitido un informe de características similares. "Lo deben tener de copia y pega de otros momentos, en otros contextos distintos", ha apostillado el ministro del ramo, quien entiende el escrito como un documento "normalizado" que utilizan en otras ocasiones que han contestado a un impuesto semejante. El informe no ha gustado a un Escrivá que afea al organismo que lo lance "sin tener en cuenta la coyuntura actual", aunque se ha encargado de quitar hierro al asunto. Dicho lo cual, no impide que catalogue como "sorprendentes" sus atribuciones. 

 

De hecho, durante su entrevista en RNE, Escrivá ha instado a rebajar "muchísimo" el estatus del informe al entender que son "recomendaciones y consideraciones" de ámbito general. Asimismo, ha manifestado su desconcierto ante la intención de la institución, a la que atribuye una interferencia en la "legitimidad" de un Gobierno para "regular estos temas". La misión principal del BCE no es emitir esta clase de documentos, sino que parte de una "actividad secundaria" del organismo. 

 

"Hay que poner en su justo término lo que significa un informe como este", ha afirmado un Escrivá que ahonda en que no conforma su actividad nuclear, sino que se trata de una línea de acción "rutinaria". "El Tratado le da esta función, pero no entra en el proceso central de toma de decisiones", ha deslizado el titular de Seguridad Social, al tiempo que enfatizaba que las regulaciones financieras, a excepción de aspectos muy concretos en materia de solvencia, así como una contundente porción de las fiscales "son competencias nacionales". 

El impuesto a la banca no es algo exclusivo del Estado español, como ha recordado el ministro Escrivá durante su entrevista en RNE. De hecho, ha subrayado que en países escandinavos y en Francia existen gravámenes idénticos desde hace más de una década y su concepción no es tan diferente al que ha planteado Moncloa

El informe del BCE

El escrito que publicó el miércoles el organismo cuestiona aspectos dispares del impuesto temporal que el Ejecutivo de coalición desea implantar a la banca. El BCE entiende que el gravamen no haría sino peligrar una transmisión fluida de las medidas en el apartado monetario. Subrayan, además, que el importe del impuesto podría no ser proporcional a la rentabilidad de las diversas entidades y esperan que este no repercuta, finalmente, en los clientes. 

 

En su dictamen, justifican que, desde el prisma de la política monetaria, los ingresos netos por intereses de los bancos aumentan en relación a los tipos de interés oficiales. Un efecto que podría compensarse con una disminución de los préstamos, amén de las pérdidas en los valores y los incrementos en las provisiones como consecuencia del deterioro de la calidad del crédito.