Casi 70 días después de haber sobrepasado la fecha límite establecida por Bruselas, el acuerdo que parecía que no iba a llegar ha aparecido sin previo aviso. Este viernes, José Luis Escrivá, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, le comunicará a los sindicatos y la patronal que, definitivamente, ha alcanzado un acuerdo con los socios de Gobierno y la Comisión Europea sobre la segunda parte de la reforma de las pensiones. Este consenso, necesario para obtener el visto bueno de los sindicatos, pero también para la percepción del cuarto desembolso de los fondos europeos, tendrá ahora que reunir los apoyos necesarios entre los socios habituales del Gobierno para atravesar el trámite parlamentario y cerrar, de una vez por todas, la reforma integral del sistema de pensiones.

Este acuerdo llega en los últimos coletazos de una legislatura que empieza a verse envuelta en polémicas enmarcadas en la precampaña, pero que, como aseguran los dos socios, no desaprovechará ni un día para sacar adelante políticas. Con este pretexto se ha solucionado la principal discrepancia: aumentar el periodo de cálculo de la pensión. Escrivá proponía elevarlo hasta los 30 años, pudiendo descartar los dos peores, para ajustarse a la realidad de las carreras irregulares y no lineales presentes en el mercado de trabajo. Unidas Podemos y los sindicatos rechazaban esta modificación al considerar que haría perder poder adquisitivo a los pensionistas, como hizo la anterior (de 15 a 25). La solución ha sido sencilla: ofertar ambas opciones y que cada persona elija la más beneficiosa.

De esta manera, las personas que alcancen la jubilación podrán escoger entre calcular su prestación conforme al periodo de los últimos 25 años o siguiendo la fórmula Escrivá. La segunda opción es muy similar a la que ya conocíamos y consiste en situar el periodo de cálculo en los 29 años (en vez de 30), de los que el trabajador podrá descartar los 24 peores meses y, de esta forma, quedarse con un intervalo que contemple los últimos 27 mejores años de la carrera laboral. Aunque el pensionista podrá elegir que fórmula aplicarse, la Seguridad Social, de oficio, seleccionará la más beneficiosa para el perceptor de la cuantía.  

Bruselas ha dado el visto bueno al acuerdo alcanzado, en pro de que la reforma vea la luz, y dentro del Gobierno hay encuentro. El nuevo y definitivo sistema de pensiones no solo será más sostenible, sino que será más beneficioso para todas las carreras laborales posibles. Para aquellas carreras lineales, cuyo sueldo y condiciones han ido mejorando hasta alcanzar su pico casi al final, se mantendrán los 25 años de cálculo. Para aquellas carreras más irregulares, cambiantes y víctimas de las nuevas modalidades de trabajo, situación que afecta más a los jóvenes, se podrá ampliar este cómputo a los 29 años, descartar los dos perores, y quedarte con los 27 más favorables.

Los autónomos, tras décadas, pasan a cotizar y entran en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), una ganancia sin igual de derechos, prestaciones y seguridad para unos trabajadores por cuenta propia que, al llegar la jubilación, o se había cubierto sus propias espaldas con planes privados e individuales durante toda su carrera o se veían abocados a una jubilación precaria, si es que llegaba. A todas las modalidades mencionadas se les subirá su cuantía, cada año, conforme a la evolución del IPC. Un 8,5% fue en 2022 y ese porcentaje de incremento vieron reflejados los pensionistas en su banco en enero de 2023.

Los que más cobran cotizarán más

No obstante, uno de los aspectos más relevantes de esta segunda parte de la reforma es la sostenibilidad del sistemas, es decir, su financiación. Para ello, el Gobierno apuesta por un destope de las bases de cotización más agresivo, que acarreará una subida de las pensiones máximas, pero esta llegará más progresivamente. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) no coincide con este aspecto, motivo por el que han trasladado su negativa durante todo el proceso de negociación. Las empresas pagarán más por los sueldos muy altos tendrán que cotizar en mayor medida para soportar el sistema.

Esto es determinante, ya que, las bases máximas establecidas el pasado año propiciaban que los trabajadores con sueldos superiores a los 4.500 euros mensuales cotizasen solo por esta cuantía, quedando exenta la parte que lo sobrepasases. Es decir, una alto directivo que cobrase en torno a los 20.000 euros al mes, salario medio que perciben estos cargos, cotizaba solo hasta alcanzar la base máxima (4.495,50 para 2023). Así, los 15.500 euros que sobrepasan el tope quedan fuera de la cotización, situación que ahora quiere revertir Escrivá para que los que más cobran sustenten el sistema público de pensiones.

Los socios confirman la noticia

Los socios del Gobierno de coalición han reaccionado positivamente a la reforma que presentará este viernes Escrivá. Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, ha celebrado el acuerdo a través de sus redes sociales después de muchos meses de negativas fundamentadas en la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, aspecto que finalmente se ha abordado y solventado.

“Hemos alcanzado un acuerdo para proteger las pensiones y reforzar el carácter redistributivo del sistema. Lo haremos incrementando los ingresos que aportarán las empresas por los salarios más altos y protegiendo más las pensiones más bajas. Esta reforma refuerza las pensiones más bajas, que afectan especialmente a las mujeres. Para ello mejoramos la cobertura de las lagunas de cotización que se derivan de la inestabilidad laboral”, ha señalado la titular de Trabajo en su cuenta de Twitter. 

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha reaccionado en la misma línea, pero reivindicando el papel de Poemos en la redacción. "La propuesta sobre pensiones que hoy hace el Gobierno a los agentes sociales ha sido muy trabajada y demuestra que lo que siempre ha dicho Podemos es posible. Ampliamos derechos a los y las pensionistas garantizando la sostenibilidad del sistema gracias al aumento de ingresos", ha trasladado a través de sus redes la secretaria general de la formación morada. 

Euforia de Escrivá

Sobre la reunión que este viernes mantendrá con los agentes sociales, en la que les comunicará la decisión, Escrivá señalaba hace menos de 24 horas, sonrisa en boca, que “debe entenderse como que estamos llegando a un acuerdo con lo que nos parecía que era importante también, que era mantener una reunión sobre todos los aspectos con la Comisión Europea”. De esta manera se pronunciaba en el III Observatorio de las Finanzas organizado por el diario El Español en el que apuntaba que, por este motivo (tener un acuerdo), había convocado para este viernes la mesa de negociación con sindicatos y patronal. Con lo que parece, a priori, todo atado, “en los próximos días” aseguraba que tendría el acuerdo ya cerrado, aunque en esta materia no sería la primera vez que la situación se invierte.

En la misma dirección, el representante socialista ha recordado que la reforma debe culminar este primer semestre dado que está relacionada con el cuarto desembolso hacia España de los fondos europeos. “No puedo anticipar los elementos porque tienen que conocerlo primero los agentes sociales, pero básicamente es el cierre del sistema, de la sostenibilidad completa del mismo”, ha apuntado en tono de celebración.

Escrivá asume que lo que propondrá este viernes a los agentes sociales no es sino un esquema “alternativo, sostenible, razonable y creíble, con el aval de las instituciones independientes potentes”, para que el sistema cumpla con la primera de las funciones, principalmente, y mantenga a la vez el poder adquisitivo de las pensiones. Acerca del periodo de cálculo, el tema que el ministro asume que ha generado “bastante fricción”, insiste en su idea de que contemple que las carreras laborables son menos lineales que antes y mucho más volátiles. Aunque contemple la otra opción.

RETA y un hito “extraordinariamente elogioso”

El ministro ha repasado en las últimas horas los hitos de su Gobierno en materia de pensiones, ya materializados, que están ya vinculados con un tercer desembolso y sobre los que Bruselas se ha desprendido en elogios, refiriéndose a ellos con una evaluación “muy positiva”, con frases “extraordinariamente elogiosas”, en boca del mismo Escrivá.

Entre los puntos principales, el responsable del departamento de Seguridad Social ha destacado el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), acordado con agentes sociales, autónomos y validada por la Comisión de Úrsula Von der Leyen.

En esta línea, ha advertido de que “no se pone suficientemente en valor que estas reformas a largo plazo de consensuen”. Asimismo, ha criticado que, teniendo el aval del órgano europeo, se cuestionen reformas que se han hecho con “frivolidad”.

En estos términos se pronunció sobre la de 2013 que hizo el PP de Mariano Rajoy, la cual califica de “aberración” y recuerda los pasos que sí ha dado el Ejecutivo de Pedro Sánchez, entre los que subraya la sustitución del llamado factor de sostenibilidad por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).

El mismo establece una sobrecotización del 0,6% de aquí a 2032, aunque desde Bruselas se estaba pidiendo a España ampliarlo a 2050. Los ingresos que llegan al sistema a través de este sistema van destinados a nutrir el Fondo de Reserva de las pensiones.

250.000 nuevos empleos

En la misma línea, el ministro ha destacado los buenos datos del empleo frente al “invierno lúgubre” del que algunas parte hablaban. En estos términos, apunta que “probablemente” este primer trimestre habrá traído consigo la creación de “al menos 250.000 empleos”.

Escrivá celebra que a las empresas les está “yendo bien”. Así lo demuestran también los datos de aplazamiento de pagos a la Seguridad Social, que se ubica en “mínimos históricos”, lo que sitúa a nuestro país “por debajo de la media de los últimos diez años”.