José Luis Escrivá ha conseguido aprobar la flexibilización los criterios para regularizar a trabajadores migrantes. A pesar de que en un inicio el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se encontró con la oposición frontal de los sindicatos y del propio Ministerio de Trabajo y Economía Social, finalmente las modificaciones han recibido el visto bueno. Los posibles fraudes en la contratación y la formación, siendo los migrantes los damnificados, y la incentivación de mano de obra barata eran las principales preocupaciones de los detractores, que finalmente han dejado pasar la reforma sin intervenir, a excepción de CCOO que ha aportado una cláusula antifraude.

La intención del titular de Seguridad Social es facilitar la regularización de aquellas personas migrantes si papeles que desarrollan su actividad formativa en España y se suman al mercado laboral. La regularización de estos trabajadores ya se contemplaba desde verano de 2022, cuando fue aprobado el arraigo por formación, que permite que las personas que demuestren vivir en España durante mínimo dos años y asuman el compromiso de “realizar una formación para el empleo reglada u obtener una acreditación oficial de cualificaciones profesionales” podrán obtener un permiso de residencia, que no permite trabajar, durante un año.

Una vez finalizada, pueden solicitar un permiso de residencia y trabajo de dos años si consigue superar el curso y presentar un contrato laboral relacionado con el ámbito estudiado que cumpla los mínimos legales. Ahora, con las rebajas aprobadas, se suprime la exigencia de realización de un mínimo de 200 horas de cursos desarrollados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), eliminando la exigencia del 100% de presencialidad para facilitar la conciliación y ampliar el espectro laboral en el que podrían desempeñarse los trabajadores (sector vinculado con la actividad de los estudios realizados).

Sobre la formación a realizar para obtener la documentación, se contempla la universitaria, de FP, impartida por el SEPE y, tras este alivio, a través de microcredenciales -curso o formación breve que certifica los resultados obtenidos en experiencias de aprendizaje de corta duración-. Estos módulos son los más básicos contemplados en ley de Formación Profesional y también serán validos para acceder al permiso de trabajo. Además, se suma también la propuesta de CCOO relativa a la supervisión de las entidades que imparten las formaciones, evitando que se sumen nuevas que no estaban acreditadas previamente con la única intención de cometer fraude.

El Ministerio apuesta por esta flexibilización para facilitar el acceso a los trabajadores migrantes al mercado laboral, apoyándose en las reclamaciones de las organizaciones que trabajan con migrantes que lamentan un exceso de “rigidez” en la normativa aprobada en julio de 2022. “Lo que estamos haciendo, desde un punto de vista de sensibilidad social, es profundizar en esta instrucción”, defendía Escrivá el mes pasado cuando aún se estaba debatiendo. Finalmente, a pesar de que existían diferencias sobre cómo abordar la temática, Trabajo y UGT no han remitido ninguna propuesta en el plazo de diez días que Escrivá concedió a las partes para introducir modificaciones.

Un verano récord sin camareros

La reducción de los requisitos llega en la antesala de un verano que se prevé que alcance récords de cifras turísticas. Así lo señala CCOO, que prevé que entre junio y septiembre lleguen a España en torno a 50 millones de turistas, tanto nacionales (el 49% del total) como extranjeros (51%). Además, aumentarán las pernoctaciones hasta las 160 millones, lo que demuestra que “el turismo se ha recuperado” y se enfrenta a “un año que romperá todos los récords”. Sin embargo, el aumento de las cifras acarreará un aumento de la carga de trabajo que puede no estar garantizada por la precariedad y las pésimas condiciones del sector.

"Sin mejoras en la calidad de empleo, la falta de profesionales pondrá en peligro la calidad del servicio", han alertado desde CCOO haciendo alusión a la Encuesta de Población Activa (EPA). Los datos del primer trimestre arrojan uno números preocupantes, ya que, en tan solo tres meses, se han perdido 32.000 camareros y 12.000 cocineros y ayudantes de cocina. "Este verano faltarán profesionales sobre todo en zonas tensionadas de turismo de sol y playa: la costa mediterránea y las islas", trasladaban desde la organización sindical.

En este sentido, la rebaja de los requisitos de formación para regularizar trabajadores migrantes podría ser utilizada por los empresarios turísticos de forma fraudulenta, tal y como temían los sindicatos y Trabajo. Desde las organizaciones de trabajadores esperan que los empresarios mejoren las deplorables condiciones de los trabajadores de los servicios dependientes del turismo en vez de recurrir a fórmulas que mantenga la precariedad del personal del sector.