Viajar en tren es la alternativa de transporte público más sostenible y menos contaminante. Renfe está inmersa en una operación de renovación total de su flota de Cercanías, Rodalies y Media Distancia con la que mejorará la sostenibilidad energética y la eficiencia de estos servicios, que utilizan a diario una media de un millón de personas y que puede crecer considerablemente en los próximos meses después de que el Gobierno haya incluido en los Presupuestos Generales la ampliación de los abonos gratuitos (que ya utilizan más de 1,5 millones de personas) a lo largo de todo el año 2023. En total está previsto invertir 3.500 millones en la compra de nuevas máquinas.

Trenes con wifi y con mayor capacidad

La compañía pública ferroviaria cuenta en la actualidad con un parque de 1.016 trenes destinados a Cercanías, Media Distancia y Ancho Métrico (antigua Feve) y ya se han iniciado los procesos para incorporar a esta flota otros 211 trenes con gran capacidad para los principales núcleos de Cercanías. En ellos pueden viajar 900 pasajeros, un 20% más de la capacidad de los actuales Civia, incorporados en el año 2000. Los vagones son totalmente accesibles, adaptados a las personas con movilidad reducida, cuentan con servicio de wifi y espacio para bicicletas o carritos infantiles.

Asimismo, Renfe está pendiente de adjudicar la compra de otros 57 trenes eléctricos para renovar unidades obsoletas y poco eficientes que cubren tanto Cercanías como Media Distancia. Esta última licitación contempla, además, la compra opcional de otras 51 máquinas.

La inversión prevista afecta también a la flota de Ancho Métrico, que presta servicio en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia e incorporará 32 trenes eléctricos y 6 híbridos. Por otro lado, la línea de Cercanías de Madrid de alta montaña, que conecta la localidad de Cercedilla con el Puerto de Cotos verá mejorado el servicio con la incorporación de 6 trenes alpinos.

La renovación de la flota de Cercanías de Renfe traerá consigo una mayor fiabilidad del servicio, la reducción importante de incidencias y supone un abandono progresivo del diésel a favor de energías verdes. (Foto: Renfe-Patier)

Trenes respetuosos con el medio ambiente y con menos incidencias

La renovación de la flota traerá consigo una mayor fiabilidad del servicio, la reducción importante de incidencias y supone un abandono progresivo del diésel a favor de energías verdes. En este momento el 80% de la energía que utiliza Renfe es eléctrica procedente de fuentes renovables, con certificado de origen, lo que supuso un coste en 2021 de 350 millones de euros, una factura que presumiblemente aumentará este año debido a las cifras récord de la electricidad. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena ya que supone una importante reducción de emisiones. Según los cálculos de la compañía, de esta manera evitarán más de 7 millones de toneladas de CO2 de aquí hasta 2030 en el conjunto de la red ferroviaria.

Todos estos datos, aseguran a ElPlural desde Renfe, responden a su compromiso con la sostenibilidad y el cumplimiento de la Objetivos de Desarrollo sostenible. “El sector ferroviario no debe bajar la guardia en su implicación en la mejora del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Además, las estrategias y compromisos climáticos europeos plantean grandes oportunidades para este sector, que recibirá una transferencia modal masiva a fin de articular la movilidad sostenible”, aseguran.