La empresa de cruceros Pullmantur ha solicitado un concurso de acreedores voluntario, tanto para sus tres filiales españolas como para las cinco maltesas, como consecuencia del impacto del coronavirus en el turismo a nivel internacional, siendo uno de los sectores más afectados por las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia.

Pullmantur ya presentó concurso de acreedores para dos de sus filiales, en concreto Pullmantur SA y Pullmantur Cruises SL, a principio de verano, confiando en poder salvar el resto de sus empresas. Sin embargo, los bajos ingresos de la temporada de verano han provocado que la compañía opte por solicitar la medida para todas sus filiales.

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Además, ha anunciado que planea presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para toda su plantilla "por causas de índole económica, productiva y organizativa", según la compañía. La compañía cuenta con una plantilla de 350 trabajadores que, de ser definitivo, serán despedidos.

"Se trata de un paso más dentro del proceso de reorganización que Pullmantur Cruceros está llevando a cabo, apoyándose en las medidas previstas por la regulación concursal española, a raíz de la suspensión de sus operaciones el pasado 13 de marzo", explican. Hace unas semanas Pullmantur aseguró estar trabajando “intensamente” en un nuevo plan de negocio para volver a la operación y avalar viabilidad de la compañía.

De hecho, el 22 de junio Cruises Investment Holding y Royal Caribbean Group (RCL) solicitaron la "reorganización" de su joint venture Pullmantur Cruceros ante las autoridades españolas. Ahora, la junta directiva de Pullmantur asegura que “los vientos causados por la pandemia son demasiado fuertes” para sobrevivir sin una “reorganización” y han optado por estas medidas.