Stéphane Richard, presidente y consejero delegado de Orange, ha dimitido de sus cargos tras su condena por el caso Tapie. El consejo de administración de la compañía ha aceptado la dimisión del directo después de que, este mismo miércoles, el Tribunal de Apelación de París condenara al ejecutivo a una pena de un año de cárcel, exento de cumplimiento, y el pago de una multa de 50.000 euros por su participación en el caso Tapie.

La dimisión será efectiva en el momento en que la compañía designe la nueva estructura de gobierno, con un plazo máximo del 31 de enero de 2022, según ha avanzado la compañía. Hasta ese momento, Richard permanecerá en su cargo.

El consejo de administración de la operadora francesa ha agradecido al directivo su compromiso al frente de la empresa durante los últimos once años, poniendo en relieve su contribución a la transformación de Orange en un operador multiservicio líder en Europa y África.

"A todos en mi querido equipo de Orange, que hoy me han mostrado su apoyo y cariño, quiero expresarles mi más profundo agradecimiento, y el orgullo que he sentido a lo largo de estos once años como su capitán, en los días buenos y malos", anunciaba Richard en su cuenta de Twitter.

 

El directivo está condenado a un año de prisión y una multa de 50.000 euros por su participación en el caso Tapie, en el que también fue condenada Christine Lagarde, entonces ministra de finanzas francesa y ahora presidenta del BCE. La sentencia de un año en prisión se ha dictado en suspenso, por lo que el directivo no llegará a prisión.

El todavía presidente y CEO de Orange se defendía de la condena asegurando que las acusaciones de complicidad en la malversación de dinero pública “son infundadas y no se basan en ninguna prueba” y confirmaba que recurrirá el nuevo veredicto. El Estado francés es el principal accionista de Orange, con una participación del 22,95% conjunto de la Agencia de Participaciones del Estado y de BpiFrance.