Netflix ha anunciado un cambio en su modelo de distribución y a partir de 2021 comenzará a facturar en los países donde opera, también en España. Así, a partir del 1 de enero, los usuarios de Netflix en España pasarán de pagar su suscripción mensual a la matriz europea, Netflix International BV, con sede en Holanda, a la sede nacional de la compañía, según avanza Cinco Días.

El cambio permitirá que el beneficio generado por su actividad principal en España comience a verse reflejado en la tributación nacional ya que los ingresos del gigante del streaming se quedarán en territorio nacional.

“Se trata de un cambio relevante, máxime tras darse apenas dos años y medio después de nuestra llegada física a España y de la inauguración de nuestro primer centro de producción de contenido en Europa, en Madrid”, explica un portavoz al medio.

Netflix comenzó a operar en España en 2015 y, hasta ahora, ha facturado sus ingresos desde su sede en Holanda, con un tratamiento fiscal más favorable. A pesar de esto, la compañía creó dos sociedades en agosto de 2018 en España, Los Gatos Servicios de Transmisión España SL y Los Gatos Entretenimiento España SL.

Netflix registró en 2018 en España unos ingresos de 538.921 euros entre ambas sociedades y un beneficio neto de 9.439 euros, lejos de las cifras reales de la compañía. En su sede central, facturó 6.575 millones de euros, con un beneficio antes de impuestos de 185 millones.

Más de 4 millones de abonados

Aunque no entra a valorar el número de usuarios en España, diferentes encuestas cifran en más de 4 millones de abonados a Netflix, con una cuota del 43% en el mercado del streaming. Además, según la consultora Digital TV, podría ir más allá hasta los 7,3 millones a finales de 2025.

“Lo único que podemos asegurar es que en el futuro la suscripción a Netflix se pagará a la entidad española y, por tanto, reconoceremos los ingresos que generamos en España en el país”, aseguran desde la compañía, que no avanzan más detalles del modelo de negocio. Además de España, Netflix también prevé cambiar su forma de facturar en aquellos países europeos en los que opera.

Precisamente el 16 de enero entrará en vigor el impuesto a los servicios digitales en España, popularmente conocido como tasa Google, que pretende gravar la actividad de los gigantes tecnológicos.

"Es a largo plazo y apostamos firmemente por desarrollar un sector lo más diverso posible. Nos sentimos orgullosos de poder posicionar el talento español como referente mundial" -asegura la compañía- “Somos una parte integral del ecosistema audiovisual en España. Nuestra contribución en 2019 ha sido clave para llevar adelante producciones en varias comunidades autónomas, para generar miles de puestos de trabajo y dinamizar el sector”.