Naturgy ha dado por expirado el acuerdo que alcanzó con la República Árabe de Egipto y ENI para resolver de forma amistosa el litigio que mantenía desde hace años por Unión Fenosa Gas (UFG), sociedad participada al 50% por la energética española y la italiana. Según ha explicado a la CNMV, el acuerdo alcanzado en febrero estaba sujeto "a ciertas condiciones y fechas que a día de hoy no se cumplen, por lo que el acuerdo ha decaído".

Sin embargo, la compañía presidida por Francisco Reynés reitera su predisposición para alcanzar acuerdos con todas las partes que "resuelvan amistosamente y de forma definitiva" las disputas que afectan a UFG y recuerda que el laudo a favor de Unión Fenosa Gas, por unos 2.000 millones de dólares, dictado por el tribunal de arbitraje internacional del Banco Mundial en agosto de 2018 sigue su proceso de ejecución.

Esta resolución ya ha sido homologada por el Tribunal Superior en el Reino Unido y se han otorgado órdenes
de descubrimiento por distintos tribunales estadounidenses.

Por otra parte, la energética ha afirmado que el fin de este acuerdo "no tendrá ningún impacto en su política de remuneración al
accionista ni en su posición de liquidez, que se ha reforzado desde principios de este año".

El 27 de febrero Naturgy acordó con Eni y Egipto el fin de sus disputas por Unión Fenosa Gas (UFG) recibiendo el pago de 600 millones de dólares en efectivo y la mayoría de los activos de la sociedad fuera del país árabe, excluyendo las actividades comerciales de UFG en España, valorados en unos 250 millones de dólares más.

Con este acuerdo, todo apuntaba a que las partes ponían fin a un conflicto que se remontaba a 2012, cuando se interrumpió la actividad de la planta de licuefacción de Damietta, y suponía también la salida de Naturgy de Egipto y el final de su joint-venture con Eni.

En el proyecto de Damietta se destinaron unos 1.500 millones de dólares, arrancando su producción a finales de 2004 y realizando en 2005 su primer cargamento de gas natural licuado con destino España. Sin embargo, en 2012 se interrumpió su actividad, provocando provisiones millonarias cada ejercicio a la sociedad para cubrir el deterioro de la inversión.