Marta Walliser, de 55 años, tenía un trabajo estable en el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá de Henares, donde se dedicaba a organizar cursos para estudiantes extranjeros. Llevaba tiempo soñando con poner en marcha su propio proyecto educativo internacional adaptado a los nuevos tiempos.

Un traje a la medida de los nativos digitales

“Los nativos digitales tienen otra manera de aprender. Sin embargo, nosotros no tenemos otra forma de enseñar”, argumenta reivindicando una nueva filosofía pedagógica que ha aplicado en su proyecto. “Ahora no quieren los cursos tradicionales, buscan otras formas de aprender y mi proyecto ofrece una enseñanza integral que aúna artes y tecnología, potenciando los valores de liderazgo y emprendimiento de los alumnos”, resume sobre la filosofía de su negocio, que está a punto de abrir sus puertas a los primeros estudiantes.

Marta se animó a dar el salto justo ahora hace un año. “El día en que firmé mi dimisión me dio mucho miedo y vértigo, pero desde entonces no lo he vuelto a pensar. Si Cervantes escribió la primera parte de ‘Don Quijote de la Mancha’ con 55 años, ¿por qué no iba a poder yo cumplir mi sueño?”, asegura al tiempo que reconoce que, sin el apoyo de su familia, no habría sido capaz de hacerlo.

Su principal fan es su hijo Marcos, de 20 años. Nació con síndrome de Down y es para Marta todo un ejemplo de superación. “Una parte importantísima para poder poner en marcha esta empresa me la ha enseñado él: la perseverancia y luchar por lo que quieres”, asegura.

Marta encontró también apoyo en el Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM), un programa nacional para la promoción y apoyo a la actividad empresarial de las mujeres, desarrollado por la Cámara de Comercio de España y el Instituto de la Mujer con la cofinanciación del Fondo Social Europeo.

Un chispazo infinito

Una de las elecciones más importantes era el nombre de su empresa, en el que quería dejar su impronta personal. Marta, que ha vivido 18 años en EE.UU., quería asociarlo al término inglés “created spur”, entendido como “chispazo creativo”. Para ella, este chispazo no tiene fin y quiso complementarlo añadiéndole el atributo de infinito. Google completó el círculo y le proporcionó la etiqueta perfecta para su negocio: Infinite Spur, una de las paredes rocosas más duras de la cordillera de Alaska y un reto para los alpinistas.

El proyecto de Marta se convirtió de esta manera en Infinite Spur, una metáfora del reto que supone remodelar la educación de los más jóvenes, integrando la urgencia de generar un diálogo entre humanidades y tecnología en un entorno abierto.

Cercanía al ámbito empresarial

“Nos trasladamos a un nuevo universo de Virtual Humanities, que es maravilloso”, puntualiza. A diferencia del sistema tradicional de docencia en el aula, hace hincapié en la necesidad de “fomentar el espíritu emprendedor” de los más jóvenes, priorizando un sistema de enseñanza integrado en un entorno profesional.

Todos los cursos se impartirán en inglés, con un fuerte contenido sobre inmersión empresarial y diseño de proyectos. Están dirigidos a alumnos extranjeros y se desarrollarán en España en tres sedes: Madrid, Barcelona y Málaga.  

¿Qué es PAEM?

El Programa de Apoyo empresarial a las Mujeres (PAEM), es un programa de la Cámara de Comercio de España que nace con la idea de impulsar el emprendimiento femenino a través de la red territorial que conforman las cámaras de comercio. El programa PAEM cuenta con un servicio de asesoramiento online que en menos de 48 horas responde a las consultas de las emprendedoras y empresarias acercándolas, a su vez, a las nuevas tecnologías.

El objetivo del programa PAEM es sensibilizar a las mujeres sobre las posibilidades que ofrece el autoempleo y la actividad empresarial. Además, es un instrumento eficaz para la creación y consolidación de empresas lideradas por mujeres.

Un total de 7.664 mujeres han acudido entre enero y octubre de este año a las cámaras de comercio territoriales para pedir asesoramiento al PAEM. Durante el periodo, se han atendido 8.495 demandas y se han creado 1.668 empresas.

Las Comunidades Autónomas en las que más empresas se han creado son Comunidad Valenciana (254), Andalucía (219) y Castilla y León (209). La mayoría de las mujeres que han solicitado ayuda a las Cámaras de Comercio territoriales tienen un perfil emprendedor y cuentan con estudios universitarios.