El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha aprovechado la jornada organizada por Funseam y la Fundación Repsol de 'Energía y economía, un binomio de futuro' para cargar contra Iberdrola y lanzar varias advertencias al Gobierno. La demanda presentada por la eléctrica por presunta "competencia desleal y publicidad engañosa" de la multienergétcia se fundamenta en un supuesto greenwashing (blanqueo ecológico), acusación a la que Imaz ha respondido con dureza al considerar que solo busca “limitar el crecimiento” de la compañía que lidera.

"A Repsol no le va a distraer una demanda judicial de una empresa que no está acostumbrada a competir en un mercado abierto, sino que más bien está acostumbrada a moverse en entornos regulados que dependen del Boletín Oficial del Estado. Con esta demanda, carente de fundamento jurídico, lo primero que demuestran es que están nerviosos", ha trasladado Imaz. "En segundo lugar, que quieren limitar la competencia y, además, quieren limitar el crecimiento de un operador como es Repsol, emergente en el sector eléctrico", ha completado.

Hasta el momento, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, había querido mantenerse imparcial en la pugna de dos grandes empresas española que se desarrollan en un sector estratégico y vital para su cartera. La también vicepresidenta se había declarado “absolutamente neutra” en la pugna entre las grandes del Ibex, defendiendo que la agende verde no debe dar lugar a confusión. “En esto soy absolutamente neutra, pero sí sé dónde estoy, estoy en una agenda verde que no puede inducir a confusión ni a error”, apuntaba.

Sin embargo, esta equidistancia de la mandataria no ha servido a Imaz. "De una forma sincera y directa me atrevo a preguntar a Teresa Ribera: ¿queremos industria, señora Ribera? Nosotros la queremos. Repsol apuesta por una oferta multienergética que atiende las necesidades de los ciudadanos y apostamos por un principio básico que es el de neutralidad tecnológica, es decir, que cualquier tecnología que ayude a reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) sea utilizada", ha espetado el consejero delegado, que ha ido más allá en su defensa.

"Más tecnología y menos ideología", ha pronunciado a modo de eslogan, defendiendo el planteamiento tecnológico que, desde su perspectiva, Repsol está desarrollando para impulsar la transición energética. Esto, a su vez, choca con la pretensión de Ribera de clausurar las refinerías. En este sentido, Imaz ha advertido a la ministra que 28.000 puestos de trabajo están en juego. "Nos rebelamos ante aquel que ve la industria como un problema. La industria es clave para la solución”, ha continuado, defendiendo la apuesta de la compañía.

"Repsol tiene una apuesta muy clara por los combustibles renovables, una apuesta por reducir las emisiones del transporte sin que la factura la pague la sociedad y sin que se cargue esa factura sobre las personas con menos recursos en la sociedad y sin que, por ejemplo, el ciudadano se vea obligado a cambiar de coche o a financiar con sus impuestos subvenciones que no están consiguiendo el objetivo que es reducir las emisiones de CO2", ha argumentado.

“Por eso vamos a pelear con uñas y dientes para continuar transformando y continuar mejorando nuestras refinerías, para reducir su huella de CO2 y para mantener y hacer crecer el empleo industrial en España", ha concluido el directivo. Ahora, habrá que esperar a ver como resuelve el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander, donde se ha interpuesto el escrito al amparo de la Ley de Competencia Desleal.

Galán critica los combustibles fósiles

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, también celebraba este jueves un acto y se ha acordado de “los combustibles fósiles”. No obstante, pese a que ha criticado a estas fuentes de energía, no ha replicado sus palabras que apuntaban a "la generalización de prácticas de eco postureo”, que para el presidente de la eléctrica “tiene consecuencias en los mercados, ya que termina por erosionar la confianza del consumidor en las iniciativas de sostenibilidad y socava los esfuerzos de las empresas que realmente estamos trabajando por construir un mundo más sostenible".

Mientras, Repsol defiende que el grupo "se ha convertido en tan solo cinco años en una compañía multienergética, con una oferta comercial única en España que incluye ahorros a sus clientes y capacidad para satisfacer las necesidades energéticas y de movilidad de cualquier persona". A este respecto, recuerdan que el año pasado sumaron 246.000 nuevos clientes de electricidad en España -el operador con más altas en 2023- y superaron los 2,1 millones de clientes, situándose como la cuarta comercializadora del país.