CaixaBank ha cerrado el primer semestre de 2025 con un beneficio neto de 2.951 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,3% respecto al mismo periodo del año anterior. La entidad atribuye este crecimiento a la dinámica positiva del negocio y a su sólida posición financiera, según ha informado en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Este avance se produce a pesar del impacto del nuevo impuesto sobre el margen de intereses y comisiones, que este año se aplica de forma lineal por trimestre y que ha supuesto un desembolso de 296 millones de euros. Desde el banco señalan que, si el tributo se hubiera aplicado igual en 2024, el beneficio habría crecido únicamente un 1%, lo que evidencia el empuje real de la actividad del grupo.

Gortázar destaca el crecimiento del negocio familiar y empresarial

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha puesto en valor la evolución del banco durante los primeros seis meses del año, destacando un incremento significativo del volumen de negocio con familias y empresas, al tiempo que se ha mantenido la fortaleza del capital y se han reducido los saldos dudosos.

“Gracias a nuestra rentabilidad y solidez financiera, podemos seguir acompañando a la economía, en especial en un contexto global de mayor incertidumbre”, ha subrayado Gortázar.

Ingresos: resiliencia ante el ajuste de tipos

A nivel de ingresos, el margen de intereses alcanzó los 5.282 millones de euros, un 5,2% menos, debido a la progresiva reducción de los tipos de interés. Sin embargo, esta caída fue parcialmente compensada por el aumento de volumen de negocio.

En cambio, los ingresos por servicios crecieron un 5,4%, hasta los 2.581 millones, impulsados por el buen comportamiento de la gestión patrimonial, que subió un 14,3% hasta los 973 millones, y por el leve repunte en comisiones (+1,5%). Por otro lado, los ingresos por seguros de protección cayeron ligeramente (-0,7%), hasta los 575 millones.

Los dividendos descendieron un 40,6% interanual, hasta los 58 millones, tras la venta de la participación en Telefónica en el segundo trimestre de 2024. En cambio, los resultados atribuidos a entidades participadas subieron un 21,4%, hasta los 147 millones.

El margen bruto avanzó hasta los 8.040 millones (+4,4%), mientras que los gastos de explotación crecieron un 5%, alcanzando los 3.179 millones, situando así el margen de explotación en 4.862 millones, un 4% más.

En términos de rentabilidad, la entidad mejoró su ROE hasta el 15,7%, frente al 14,4% de hace un año, mientras que la ratio de eficiencia bajó al 38,6%, reflejo del control de costes.

Volumen de negocio y producción crediticia al alza

El volumen total de negocio se situó en 1,09 billones de euros, con un aumento del 6,6%. Los recursos de clientes crecieron un 7,5%, alcanzando los 717.652 millones, y el crédito sano aumentó un 4,8%, hasta los 368.569 millones.

La nueva producción de crédito se disparó un 26,8%, con 43.435 millones concedidos. Destacan especialmente el crédito a empresas, que creció un 25,5% hasta los 26.970 millones, y las hipotecas, con un ascenso del 46,2% (9.722 millones), de las que el 93% fueron a tipo fijo. También subieron los créditos al consumo, un 10,4% más.

Los activos bajo gestión alcanzaron los 188.554 millones (+9,3%), con fuerte impulso de los fondos de inversión, que sumaron 139.118 millones (+11,8%), y los planes de pensiones, con 49.436 millones (+2,7%).

Morosidad y liquidez en mínimos históricos

CaixaBank ha logrado reducir la morosidad a niveles históricamente bajos. El saldo de créditos dudosos cayó en 649 millones en el semestre, reduciendo la ratio de morosidad al 2,3%, mientras que la cobertura alcanzó el 70%. El coste del riesgo se situó en el 0,24%.

Los activos líquidos suman 177.385 millones y el Liquidity Coverage Ratio (LCR) del grupo es del 217%, muy por encima del mínimo exigido. Además, la ratio CET1 se sitúa en el 12,5%, incorporando el impacto anticipado de las nuevas exigencias regulatorias de Basilea IV que entrarán en vigor en 2025.

Finalmente, CaixaBank ha recordado que su Consejo de Administración aprobó en enero una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, y que el importe final del dividendo a cuenta se decidirá en el mes de octubre.

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