El sector bancario ha acogido con los brazos abiertos la creación de un campo de pruebas seguro para nuevas tecnologías y aplicaciones, el llamado "sandbox" (arenero, en inglés) regulatorio. Según Ana Botín, presidenta del Santander, España jugará un papel muy destacado en tecnología "fintech" y permitirá a las entidades financieras actuales crecer en igualdad de condiciones legales con los gigantes digitales, ahora.
El pasado mes de noviembre, el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad el Proyecto de Ley para la transformación digital del sistema financiero. Cuando se transforme en ley, en 2021, se creará el denominado "sandbox (arenero) regulatorio", un espacio de experimentación donde las entidades bancarias podrán incubar y desarrollar proyectos-piloto controlados, que promuevan la innovación de los servicios financieros. Una iniciativa internacional que nació en 2018 y que ha recibido una calurosa bienvenida por parte del sector, que confía en que el sandbox español ayudará a derribar las barreras que tienen actualmente los bancos a la hora de competir en igualdad de condiciones con otros jugadores del mercado y que garantizará la protección de los clientes.
La aprobación de sandbox regulatorio sitúa a España "como uno de los lugares de referencia para la innovación fintech y permitirá atraer talento e inversión”
Cerca de treinta países se han unido con ya con esta iniciativa, seis de ellos en Europa. Quizá el más representativo es el Reino Unido, que tiene cinco años de vida y por el que han pasado cerca de 90 proyectos gestados por nuevas fintech, "think tanks" o bancos como Barclays, HSBC o Lloyds Bank. Ana Botín, presidenta de Banco Santander, celebraba en sus redes sociales la incorporación de España al nuevo campo de prubas: “La aprobación del sandbox regulatorio es un cambio de actitud vital para la innovación financiera. Supone pasar del ‘no se puede’ al ‘vamos a probar’, que va a permitir hacer más pruebas de nuevos modelos de negocio y validar si sirven para el mundo real. Además, es muy buena noticia para España porque nos sitúa como uno de los lugares de referencia para la innovación fintech y permitirá atraer talento e inversión”.
Según la AEB, "en la nueva era digital, el desarrollo de las tecnologías aplicadas a las finanzas (fintech) evoluciona a gran velocidad. Innovar requiere de una agilidad y una flexibilidad operativa que, tras el intenso proceso regulador de los últimos años, es más complicado bajo el marco normativo al que está sometido el sector bancario. No cabe duda de que las autoridades de regulación y supervisión se enfrentan a un gran desafío en la nueva era digital. Por un lado, deben regular y supervisar las nuevas actividades, servicios y productos innovadores, de acuerdo con los riesgos que conllevan con el objetivo de garantizar la adecuada protección del consumidor financiero. Por otro lado, imponer un corsé regulatorio o supervisor demasiado rígido puede resultar una barrera misma a la innovación, con el riesgo de que el sector financiero pierda posiciones en materia de competitividad e innovación frente a otros mercados o competidores”.
Este laboratorio estará supervisado por el Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones
Por eso, en la industria coinciden en que el sandbox puede ser una solución para lograr este complejo equilibrio entre seguridad y flexibilidad, ya que contará con reglas para garantizar un entorno seguro, pero al mismo tiempo permitirá que las compañías testen y validen sus productos antes de lanzarlos al mercado. De hecho, este laboratorio estará supervisado por el Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Estos organismos decidirán, a través de una comisión encargada de recabar información, si el proyecto cumple los requisitos para entrar en el campo de pruebas. Si es así, los reguladores y las empresas que participen contarán con un protocolo que define el marco de actuación: recursos necesarios, plazos, seguimiento, política de confidencialidad, etc.
Y no valdrá cualquier idea. Los reguladores realizarán un seguimiento continuo para valorar si el proyecto es viable, si es realmente innovador o si aportará valor añadido a los usuarios de los servicios financieros: nuevos modelos de negocio, aplicaciones, procesos, productos o servicios que aumenten la eficiencia, mayor protección de los clientes, mecanismos para la mejora de la regulación y supervisión financiera… Además a cada proyecto se le asignará un monitor que podrá decidir la suspensión o el fin del experimento si se producen incumplimientos a la norma.
Banco Santander invertirá 20.000 millones en cuatro años en innovación y se incorporarán 3.000 nuevos profesionales con perfil tecnológico
La transformación tecnológica del sector financiero es un proceso imparable y el Sandbox regulatorio permitirá a los bancos españoles mantenerse a la vanguardia y seguir siendo líderes a nivel internacional. Banco Santander es un buen ejemplo de cómo abanderar la banca del futuro. Su apuesta por la innovación y la tecnología no deja lugar a dudas: un plan de inversión de 20.000 millones de euros en cuatro años y la incorporación de más de 3.000 nuevos profesionales con perfil tecnológico -500 de ellos en España- para acelerar el cambio.
Se trata de una estrategia de transformación global que se apoya en el convencimiento de que la tecnología se convertirá en un factor diferenciador cada vez más importante en el mercado. “Solo si sabemos aprovechar el cambio, seremos capaces de mantener la fortaleza de las bases que nos llevan al éxito de nuestro negocio (…). Estoy convencida de que, a pesar de los inmensos cambios de la última década, la próxima traerá aún más. Nuestro modelo de negocio, nuestros competidores y la economía en la que operamos siguen evolucionando. Lo fundamental de la banca quizá no cambie, pero casi todo lo demás ya está cambiando o cambiará. Nuestros clientes continuarán buscando en nosotros una fuente de estabilidad”, ha señalado Botín.