La Seguridad Social ha tenido que coger 4.400 millones de euros del Fondo de Prevención y Rehabilitación, que se nutre de los excedentes de las mutuas por accidentes de trabajo. El Gobierno recurrió a ese Fondo para pagar la paga extra de julio a los pensionistas, lo que abre una gravísima incertidumbre sobre cómo se pagarán las pensiones de los próximos meses o la extra de Navidad, porque lo que ha cogido es prácticamente todo lo que había en ese Fondo de Prevención, que ascendía a 4.646 millones de euros.

El Fondo de las mutuas estaba invertido en deuda pública y para convertirlo en dinero contante, el Gobierno aprobó una norma para que esa deuda pudiera ser vendida en el mercado secundario.

Solo queda el Fondo de Reserva
El Gobierno sabía que España no puede seguir financiándose por encima de los 500 puntos básicos y pagar un 7% a los que compren bonos españoles a diez años. Esas cifras ahogan al país, y como los ingresos no paran de caer por el hundimiento del consumo, de la actividad empresarial y el aumento del paro, Rajoy ha consumado el primer paso para tocar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la hucha que garantiza el pago de las pensiones y que llegó a cifras de ahorro récord con el anterior Gobierno socialista.

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social ha alcanzado los 67.948 millones de euros, lo que supone el 6,3% del PIB español. De seguir así las cosas el Gobierno reconoce que tendrá que romper la hucha para pagar a los pensionistas la extra de Navidad o la revalorización de las pensiones de acuerdo con la subida del IPC.

El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, ha reconocido que aunque después de cinco años de intensa crisis aún no se ha tocado el Fondo de Reserva “nuestras pretensiones es utilizar todos los mecanismos de los que disponemos para gestionar esos compromisos (el pago de las pensiones), y el Fondo de Reserva es uno de esos mecanismos”.