El Consejo de Ministros aprobará este viernes el convenio para que la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa), de titularidad pública, asuma la gestión de las autopistas de peaje en quiebra durante el periodo desde que revierten al Estado hasta que se liciten de nuevo a finales de 2018. Un rescate que costará en torno a 3.700 millones de euros y que pagaremos todos para, después, privatizarlas de nuevo.

Así lo ha anunciado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en una entrevista que publica este lunes el diario El País, en la que ha recalcado que la vocación del Gobierno "no es renacionalizar esas autopistas, sino volverlas a poner en el mercado".

El convenio, que se aprobará en la última reunión de julio del Consejo de Ministros, permitirá que Seittsa realice los estudios de tráfico y de demanda, así como de viabilidad, y después elaborará los pliegos y la auditoría de la situación de cada una de las autopistas para preparar a partir de ahí las condiciones de la relicitación, ha explicado el ministro.
Según De la Serna, el coste del proceso de reversión al Estado de las autopistas de peaje "se situará sustancialmente por debajo" de los 3.500 millones de euros, cifra "que figura como importe máximo en los pliegos de licitación".