La reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales, sin merma salarial, no consigue un consenso entre las partes y los tiempos comienza a agotarse. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) no está por la labor de alcanzar un acuerdo y juega con la lógica parlamentaria a su favor. Este lunes, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha protagonizado un desayuno y ha aprovechado para exigir a los empresarios más proactividad. Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, ha hecho lo propio a la salida del acto.
“Es el momento”, ha trasladado Sordo, contrario al argumentario de la CEOE, que apunta a una necesaria mejora de la productividad previa a la rebaja de los tiempos de trabajo. Al respecto, el sindicalista ha recordado que este era el mimo argumento que se utilizaba contra la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), política que los entornos liberales aseguraban que produciría una destrucción de empleo. Sin embargo, “lo que ha ocurrido en estos últimos cuatro años es que ha sido compatible con una reducción de la temporalidad y con los mejores datos de afiliación a la Seguridad Social de nuestra historia", ha recordado Sordo.
Díaz, por su parte, ha dejado patente el cansancio del departamento de Trabajo con la postura patronal y ha advertido que los tiempos no pueden alargarse mucho más. "Estamos en el trámite final de la negociación de la mesa de diálogo social. El Ministerio de Trabajo y Economía Social lo está dando todo porque somos conscientes de que hay posibilidad de alcanzar un acuerdo”, ha trasladado. Asimismo, ha puesto en valor que desde su cartera se ha trasladado una propuesta “clarísima” para ayudar a las pequeñas empresas a reducir la jornada.
"Con ayudas directas para que aprovechen la oportunidad del cambio de la reducción de jornada para modernizarse, para mejorar su productividad", ha explicado. Al respecto, ha pedido a CEOE que elija "si quiere negociar y ayudar al tejido empresarial español, a las empresas más pequeñitas" o, si por el contrario, quiere hacer "otra cosa que no tiene nada que ver con el diálogo social ni con el bienestar de las empresas españolas”. “Espero que las patronales españolas estén a la altura de las circunstancias porque no tienen ninguna excusa", ha añadido la vicepresidenta segunda.
En un tono más duro, Sordo ha trasladado a los empresarios que la vía para mejorar su productividad y rentabilidad no puede ser la pobreza de los trabajadores, sino la estabilidad de las plantillas, la mejora de la formación dada a los trabajadores y la reducción las condiciones laborales de "precariedad extrema, salarios bajos y jornadas amplias". "España no puede seguir compitiendo en base a los parámetros que hace tres, cuatro, cinco o seis décadas se impulsaron en una España que no tenía nada que ver con la que hoy en día tenemos", ha desarrollado.
Se acaba el tiempo
La CEOE es consciente de que una previsible aprobación de una reducción de jornada sin su firma podría llevar a la norma a una derrota en el Congreso de los Diputados, donde la derecha catalana lidera por Junts podría hacer valer sus siete escaños. La parte sindical, encabezada por CCOO y UGT, se encuentran inmersa ya en un proceso de confrontación con el que pretenden presionar a la patronal y desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social no consiguen encontrar la cesión que convenza a los de Antonio Garamendi.
"Estamos en la recta final. Ahora sí ya vamos a reducir la jornada laboral y lo que tenemos que saber es si la patronal española da una respuesta a la nueva propuesta que hace el Ministerio de Trabajo (ayudas directas para la transformación y el acompañamiento a las pequeñas empresas de menos de cinco trabajadores). La patronal tiene que decidir si se coloca del lado de los intereses de las pequeñas empresas o hace otra cosa, como ya hizo en el salario mínimo", ha zanjado Díaz.
Así, la vicepresidenta mete prisa a la patronal y enfatiza que la pelota está en su tejado. "Nosotros hemos llegado hasta aquí, creo que hemos demostrado que sí es posible un acuerdo, que hemos propuesto todo tipo de medidas encima de la mesa y ahora tiene que dar una última respuesta la patronal a esta última medida", ha concluido la responsable de la cartera de Trabajo.