La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas aumentó su cuantía en el segundo mes de 2023 y, tras caer casi un punto en enero, se sitúa en 1,52 billones de euros en febrero, según los datos publicados este viernes por el Banco de España. El aumento en términos relativos con respecto al mes anterior alcanza el 2%, o, lo que es lo mismo, 30.208 millones más en un mes. En comparación interanual la suma experimenta un del 5,4%.

La diferencia es de 78.436 millones de euros más que hace un año, como consecuencia de los menores ingresos y los mayores gastos derivados de la crisis energética y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. El incremento de la deuda en febrero con respecto al comienzo del año se debe, principalmente al incremento del endeudamiento del Estado y las comunidades autónomas, y en menor medida de los ayuntamientos.

Deuda por administraciones

El saldo de la deuda del Estado se elevó a 1,349 billones de euros, batiendo un récord histórico con un incremento interanual del 6,9%. Mientras, para las Otras Unidades de la Administración Central el saldo fue de 43.000 millones, lo que representa una disminución del 9,2% respecto al dato del año anterior. Por su parte, el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social se situó en 106.000 millones, un 7% más que un año antes.

Respecto a las administraciones territoriales, la deuda de las Comunidades Autónomas creció hasta los 318.000 millones de euros en enero de 2023, con una variación interanual del 2,5%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales se situó en 23.000 millones de euros en este mes, lo que supone un 3,1% más que el saldo registrado en enero de 2022. Desde el Banco de España apuntan a que la deuda en poder de los diferentes subsectores que componen el conjunto de las Administraciones Públicas aumentó un 6,5% respecto al año anterior, hasta los 319.000 millones de euros.

Ratio de deuda sobre el PIB

La buena noticia la sigue aportando la ratio de deuda pública sobre PIB, valor al que atiende Bruselas, que ha ido descendiendo en los últimos meses y se situó a final de 2022 en el entorno del 113,1%. No se conocen datos más recientes, pero este dato cerró el pasado curso por debajo del objetivo del Gobierno para todo el año (115,2%), de acuerdo con lo establecido por el Ejecutivo en el Plan de Estabilidad. El escenario planteado contempla un descenso progresivo del déficit que concluya con una ratio sobre el PIB del 109,7%.

La mejora es notable en este aspecto, ya que, si atendemos a los valores de diciembre de 2021, la ratio se situaba en el 118,3% en diciembre de 2021 y, tras algo más de un año marcado por la guerra de Ucrania, la crisis energética y la inversión pública más grande de la historia para dar respuesta a estas dos variables, la cuantía de la deuda ha crecido en valores absolutos, pero ha reducido notablemente su peso sobre el PIB (5,2 puntos menos). No obstante, habrá que esperar a la actualización de los datos para conocer la evolución más reciente.

Los resultados de febrero muestran un aumento del endeudamiento total, pero la ratio sostiene el discurso mantenido por el Gobierno, que apunta a seguir desarrollando las estrategias planteadas en el Programa de Estabilidad 2022-2025, que busca un progresivo descenso del déficit a lo largo de los cuatro ejercicios hasta que la ratio deuda/PIB se sitúe en el 109,7% en 2025. Actualmente, el objetivo establecido para este curso (112,4%) se encuentra más cerca de lo esperado tras una reducción en 2022 que el Ejecutivo no preveía.

No obstante, el nivel de deuda soportado por España en el cuarto trimestre de 2022 era el cuarto más alto entre los Veintisiete, sólo por detrás de Grecia (171,3%), Italia (144,4%) y Portugal (113,9%). Los países mediterráneos se encuentra muy alejados de los niveles más bajos de endeudamiento, que se observaron en Estonia (18,4%), Bulgaria (22,9%) y Luxemburgo (24,6%). En el conjunto de la UE, la ratio de deuda pública se situó al final del cuarto trimestre de 2022 en el 84% del PIB, por debajo del 85,1% del tercer trimestre y del 88% del mismo periodo de 2021.

¿Qué es la deuda pública?

La deuda pública es el conjunto de valores de renta fija emitidos por un Estado o por los organismos públicos de este con el objetivo de financiar su actividad mediante deuda con otros estados o particulares. Las formas más conocidas de deuda pública son los bonos, las obligaciones o las letras del tesoro.

La deuda pública es una de las principales fuentes de financiación de las administraciones públicas de cara conseguir liquidez para llevar a cabo todos sus planes y objetivos. El estado y sus organismos son los encargados de emitirla a corto, medio o largo plazo (dependiendo cuáles sean su objetivo y sus necesidades) y, según quién la adquiera, podemos distinguir entre interna y externa. La primera hace referencia a las inversiones en deuda pública que hacen los inversores nacionales y la segunda hace referencia a particulares y estados extranjeros. 

Diferenciando ente tipos, la deuda a corto plazo son las conocidas como letras del tesoro, cuyo plazo de vencimiento es inferior a un año. Dentro de las de medio plazo se encuentran los bonos, cuya cobertura se destina a hacer frente a las principales actividades de los Estados. Por último, la deuda a largo plazo se utiliza en casos extraordinarios o para grandes inversiones. En cualquiera de los casos, el inversor que se decida a comprar deuda pública recibirá una serie de pagos en forma de intereses de la deuda.