El eterno debate entre el PP y el PSOE en materia de rebaja fiscal tiene un nuevo capítulo. Los populares se lanzaron en tromba a felicitar al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, tras anunciar este martes una bajada de impuestos a las clases medias que beneficiará al 97,4% de los valencianos.

Los de Feijóo trataban de hacer creer a la opinión pública que la medida anunciada por el barón socialista imitaba a las políticas regresivas iniciadas por Madrid, Andalucía o Valencia. Y es que a pesar de que estas comunidades gobernadas por el PP han bajado los impuestos en todos los tramos, lo cierto es que son antagónicas. Bajar los impuestos a todos los ciudadanos sin tener en cuenta su renta provoca que quienes tienen más acaben contribuyendo menos mientras que el que tiene poco acabe ahorrando una cantidad irrisoria.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que va a deflactar todos los tramos de IRPF en el año 2023 para compensar el efecto de la inflación, que a la espera de la actualización del mes de septiembre, se encuentra en el 10,5%. Por el contrario, Puig ha apostado por rebajar el tramo autonómico del IRPF. Dos medidas, disfrazadas por el PP como iguales y que, en la práctica, son completamente diferentes.

Puig sigue la senda del Gobierno, que ayudará a las clases bajas y pedirá un esfuerzo a las rentas altas

El Gobierno está ultimando un paquete de medidas fiscales que exigirá un mayor esfuerzo a las rentas más altas y que, si bien no incluirá una rebaja generalizada de impuestos, sí podría contemplar medidas para ciertos contribuyentes del segmento de rentas más bajas.

El programa fiscal incluye un impuesto específico a las grandes fortunas y también está sobre la mesa un posible aumento fiscal en el IRPF para los salarios más elevados y para las rentas del capital. En ese paquete podrían incluirse bajadas selectivas de impuestos para las rentas más bajas que podrían aliviar la carga fiscal a estos contribuyentes.

Este paquete de medidas fiscales, que podría presentar mañana la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, acompañará en 2023 a los Presupuestos Generales del Estado que negocian los socios de la coalición de gobierno, partiendo de los compromisos pendientes del pacto de investidura. Unidas Podemos ha reclamado en diversas ocasiones gravar más a las rentas del capital.

El nuevo impuesto temporal a las grandes fortunas se tramitará por separado de las cuentas públicas y será inferior si se paga el Impuesto de Patrimonio, para evitar incurrir en una doble imposición, lo que obligará a abonarlo a los ciudadanos de rentas más elevadas que viven en Madrid o Andalucía, donde el PP lo bonifica al 100%.

Con la presentación de esta batería de medidas fiscales, el Gobierno pretende crear un marco armonizador que ponga freno a la ofensiva de rebajas fiscales sobre Patrimonio lanzada por las regiones del PP.