El coronavirus descuadra las cuentas del Fondo Monetario Internacional. La expansión del virus, que impacta sobre los mercados a nivel mundial, podría suponer que el crecimiento de la economía previsto para el año 2020, que se situaba en torno al 3,3 por ciento estimado se contraiga. Pero ¿por qué?

Según Kristalina Georgieva, directora del FMI, el problema radica en que China ha reducido sus actividades productivas y comerciales y, por ende, esta situación ha generado un efecto dominó en los mercados de todo el mundo. Además, el impacto que ha supuesto para el país la paralización de gran parte de su actividad ha elevado el proceso de desaceleración que vive China en estos últimos años.

De hecho, Georgieva señala que, si el virus de Wuhan se lograra contener rápidamente “podría haber una caída brusca en la economía seguida de una muy rápida recuperación”, es decir, una evolución de curva V. Como bien señala la directora del Fondo: “Si bien incertidumbres como las enfermedades están fuera de nuestro control, deberíamos evitar crear incertidumbres nuevas”.

No obstante, la organización, consciente del impacto mediático, alerta de posibles riesgos derivados de la fragilidad económica en la que aún nos encontramos. En concreto, el FMI señala un posible aumento de las primas de riesgo y una nueva escalada de tensión comercial entre Estados Unidos y China.

Por ello, en este contexto, la directora del FMI realiza un llamamiento a los líderes del G-20, que se reunirán este fin de semana, para que “equilibren la combinación de políticas nacionales”.

Y a todo esto, ¿qué dice Europa?

En este contexto, la Comisión Europea afirma que pese a que el coronavirus es un nuevo riesgo para el crecimiento económico, la previsión en el conjunto de la eurozona se mantiene. La CE estima que la eurozona crezca en un 1,2 por ciento durante 2020 y 2021. Por su parte, el PIB de toda la UE crecerá en torno al 1,4 por ciento. En este contexto hay que destacar que España liderará, según la Comisión, con un 1,6 por ciento en 2020 y 1,5 por ciento en 2021.

“El brote y propagación del coronavirus y su impacto económico es un riesgo a la baja clave. El hecho de que en estos momentos se desconozcan la duración y gravedad del brote genera incertidumbre sobre las perspectivas económicas en el corto plazo en China y el extranjero, asegura el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.

Aunque lo cierto es que ya hay sectores que están sufriendo ese impacto. Uno de ellos es el del turismo. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la expansión del virus de Wuhan -teniendo en cuenta el impacto que tuvo en el sector aéreo la epidemia de SARS-, provocará una reducción de ingresos de 27.000 millones de euros, siendo la región Asia-Pacífico la más afectada de todas con una caída de la demanda del 8,2 por ciento. China, duramente golpeada por el avance del virus, prevé perder 11 millones de euros y desplomarse un 2,6 por ciento en el primer trimestre.