El fin del frenético 2022 se acerca y, como cada año, el momento de realizar la Declaración de la Renta se acerca. Aunque todavía faltan unos meses para que comience la campaña, que se realiza a lo largo del año siguiente, normalmente entre los meses de abril y junio, Hacienda ya ha dado a conocer algunas claves que pueden ayudar a los declarantes a ahorrar o deducirse algunos gastos. Concretamente, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), asegura que antes de que finalice el año pueden llevarse acabo actuaciones que reduzcan la carga del IRPF.

Modificaciones en los planes de pensiones

La aportación máxima permitida para los planes de pensiones individuales se ha reducido, situándose en los 1.500 euros. No obstante, esta cantidad podrá aumentar 8.500 euros más si se realizan las aportaciones a planes de pensiones empresariales. En esta línea, se busca desincentivar las aportaciones de previsión individual para fomentar, por el contrario, las contribuciones empresariales o de trabajadores para previsión social. En consecuencia, desde el sindicato recomiendan realizar aportaciones a este tipo de planes, hasta el máximo posible, para ver un ahorro en la declaración. También se puede contribuir al plan de pensiones del cónyuge si este no tiene ingresos superiores a los 8.000 euros anuales.

Compra, venta y alquiler de vivienda

Aquellas personas que adquirieron su vivienda habitual o abonaron parte del pago para su construcción antes del comienzo de 2013 podrán continuar beneficiándose de la desgravación contemplada, puedo deducirse hasta un 15% del total de la cantidad hasta alcanzar el límite de 9.040 euros. Eso sí, para hacerlo deberán haber disfrutado también de deducciones en dicha vivienda en el año 2012 o en años previos a 2013. Para aquellos que, en el lado opuesto, hayan vendido su casa este año, la tributación será diferente en función de las ganancias adquiridas.

La tributación de entre el 19% y el nuevo 26% contemplado se sitúan las rentas de ahorro y ganancias que sean superiores a los 200.000 euros. En este caso, la calve para neutralizar este pago señalada por los técnicos de Hacienda es la opción de reinvertir la cantidad percibida, sea total o parcialmente, en otra vivienda de carácter habitual. Las personas mayores de 65 años, de igual manera que las dependientes severas o grandes dependientes, no tendrán que asumir esta estrategia, ya que, ya están exentas de tributar las ganancias obtenidas por la venta de la vivienda habitual si la ganancia no supera los 240.000 euros y se reinvierte en otra vivienda habitual.

Los propietarios que alquilen alguna vivienda a un inquilino que, a su vez, utilice el inmueble como vivienda habitual, podrán deducirse el 60% del rendimiento neto. Además, también son deducibles del IRPF aquellos gastos que se consideren necesarios para un acuerdo de alquiler, como por ejemplo la reparación y conversación, el pago de la comunidad de vecinos o el IBI. Eso sí, no podrán generar un rendimiento negativo. No obstante, para aquellos arrendadores que prevean rendimientos positivos, una opción que podría reducir su cuota del IRPF para el próximo curso es adelantar gastos deducibles antes del final de año.

Obras que mejoran la eficiencia energética

En línea con la senda de transición ecológica marcada por el Gobierno, cuya importancia se ha visto elevada por la guerra de Ucrania y la crisis energética provocada por esta, se contemplan desde octubre de 2021 deducciones temporales. Para poder disfrutar de estos descuentos será necesario contar con el certificado de eficiencia energética con anterioridad al último día del año y beneficiará a aquellos propietarios de viviendas habituales o en alquiler que no hayan abonado la cantidad a pagar por la obra en efectivo. Se contemplan tres tipos de deducciones:

  • Obras para reducir la demanda de calefacción y refrigeración: Ejemplo de ello son la sustitución de ventanas por otras con doble acristalamiento o el cambio de una caldera por otra de biomasa. Si bien, un técnico deberá constatar, vía certificado, que se ha reducido un 7% la demanda de calefacción y refrigeración. El porcentaje de deducción es del 20% y su base máxima se sitúa en los 5.000 euros.
  • Obras para reducir el consumo de energía primaria no renovable: Algunas obras de este estilo son la instalación de paneles aislantes en las paredes y de aislamiento térmico en los falsos techos o la instalación de sistemas de calefacción y de aire acondicionado por aerotermia. También un técnico deberá certificar que se ha reducido en un 30% el consumo de energía primaria no renovable o se ha alcanzado la clase energética ‘A’ o ‘B’. La base máxima se sitúa en los 7.500 euros y el porcentaje es del 40%.
  • Obras de rehabilitación energética de edificios de uso predominante residencial: Las obras realizadas son de la misma naturaleza que las mencionadas anteriormente, con la diferencia de que se produce en el edificio donde se ubica la vivienda. La base máxima asciende hasta los 5.000 euros y el porcentaje hasta el 60%.