La gentrificación y el clasismo son dos características de las inmobiliarias que no pillan a nadie por sorpresa. Estudios realizados por medios y webs cómplices escenifican la mentira con la única pretensión de vaciar los barrios de clase obrera y poder especular con la vivienda. Sin embargo, el discurso neoliberal pintado de cuquismo sobrepasa en ocasiones todos los límites y lleva a sus beneficiarios a llegar a vanagloriarse de limpiar los barrios de vecinos humildes y sustituir a estos por familias más adineradas. Este es el caso de la inmobiliaria Almanova, que cuenta con varios anuncios vergonzosos.

Embajadores-Lavapiés, el nuevo barrio cool de Madrid, equiparable a Malasaña o a Chueca, que ha sido posible gracias al reemplazo de la población por personas con mayor poder adquisitivo”, reza el anuncio. La gentrificación que poco a poco cala y destruye el céntrico distrito madrileño gusta a esta inmobiliaria, que presume de los nuevos inquilinos, “entre los que se encuentran profesionales liberales con fuertes intereses culturales así como una amplia oferta gastronómica que ha revolucionado el barrio”. Estas palabras acompañan más de un anuncio de las propiedades que gestionan en esta ubicación.

Estas mismas palabras no son nuevas y algunos usuarios ya las denunciaban en 2020. Sin embargo, la reciente denuncia del humorista político Facu Díaz, figura experimentada en el sondeo con humor y conciencia del mercado inmobiliario madrileño, ha vuelto a poner de actualidad el tema. “Nunca había visto semejante burrada. Esto se sabe, pero ponerlo por escrito”, exponía Facu. “De alguna manera, lo que están haciendo es utilizar eufemismos para decirte: los pobres, ya casi está solucionado el problema de los pobres en Lavapiés, ya casi no hay”, resumía acertadamente.

 A la fiesta conviene también invitar a la página web que cita la inmobiliaria, Time Out, para sustentar su vergonzosa estrategia. “Lavapiés, el barrio más cool del mundo”, rezaba Time Out en 2018. “Lavapiés sigue siendo uno de los mejores barrios del mundo”, reiteraba en 2020. Tres años después, el puesto ha pasado a ser ocupado por Carabanchel, “el tercer mejor barrio del mundo en 2023”. Casualidades de la vida, las ubicaciones elegidas siempre son barrios obreros a los que acecha la especulación inmobiliaria y donde los comercios de barrio cierran rutinariamente, víctimas de la gentrificación.

Simultáneamente y en el mismo barrio, un fondo buitre ha comprado un edificio del que pretende desahuciar a 57 familias. Elix Rental Housing Socimi II, propiedad de la empresa de Claudio Aguirre, primo de la expresidenta de la Comunidad, cerraba este martes la operación de compra de Tribulete 7 y otros bloques, poniendo en jaque la vida de más de 200 familias. El fondo ya ha realizado esta operación en anteriores ocasiones y el modus operandi ha consistido en el desalojo de los vecinos, transformación de las viviendas en lujosos inmuebles y su venta posterior a otro fondo para alquileres turísticos o exclusivos.

El relato realizado por Almanova en sus anuncios es una realidad. Fondos buitre y compañías de inversión engrosan su parque de vivienda y expulsan a los que otrora fueran los vecinos del barrio. No obstante, lo impactante es que esta práctica haya pasado de realizarse con ocultismo e intentando evitar a la mala prensa a convertirse en un argumento favorable defendido por inmobiliarias parasitarias de estos fondos. Limpiar los barrios de clase trabajadora y allanárselos a familias pudientes resulta ser un espaldarazo para inmobiliarias sin escrúpulos.

200.000 euros por 30 m2

La desvergüenza de Almanova no tiene límites y en su página web presume de gangas que bien podrían ser denominadas zulos. Uno de sus inmuebles ofertados se ubica en la Costanilla de los Desamparados, cerca de la estación de Atocha de Madrid. El precio asciende de compra asciende a los 200.000 euros, pero el comprado obtendría a cambio 30 metros cuadrados (m2) distribuidos en ‘dos plantas’. Es decir, una pequeña cocina, un salón minúsculo y un altillo para dormir.

El anuncio no lo puntualiza, pero cabe destacar para posibles interesados que, a la hora de despertarse por la mañana, no lo hagan con mucha efusividad, ya que esto bien podría costarles un doloroso coscorrón. Por lo demás, una ganga ubicada en un barrio en el que, con suerte, la gente pobre que tanto asusta a Almanova habrá sido sustituida ya por “personas con mayor poder adquisitivo entre los que se encuentran profesionales liberales”.

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