Se llama Mireia Badia y, pese a ser mujer y joven, está en el punto de mira de todas las grandes entidades financieras de este país. Su idea: ciudadanos que financian a Pymes. Un revolcón en toda regla al stablishment y una prueba de que el cambio en el modelo socio-económico es más profundo de lo que muchos piensan o se atreven a reconocer.
Cuando entrevistamos a Ana Segurado para esta serie sobre el nuevo modelo socio-económico, nos dijo que teníamos que conocer a Mireia Badia, CEO de Grow.ly. El hecho de que fuese una mujer, joven y que estuviese ofreciendo una alternativa al sistema de financiación tradicional para Pymes, nos pareció interesante; así que una mañana me acerqué a sus oficinas para ver de qué iba su idea. Debo reconocer que en nuestra primera conversación me impactó tanto, que lo tuiteé.
"Lo que hacemos es eliminar al intermediario bancario y poner en contacto a las dos partes"
Su modelo de negocio se basa en el pilar fundamental de la economía colaborativa: kill the middle man. ["Acaba con el intermediario", podríamos traducirlo]. Junto a su equipo, ha conseguido crear una plataforma de préstamos peer to peer, en la que las Pymes consiguen financiación al margen de las entidades financieras.
Badia asegura que lo novedoso no es la actividad en sí, sino la manera de llevarla a cabo. "El peer to peer lending es lo mismo que hacen los bancos: hay gente que tiene excedente de dinero y quiere prestarlo a empresas. Lo que hacemos es eliminar al intermediario bancario y poner en contacto a las dos partes".
"Hay una gran desconfianza hacia las grandes corporaciones"
A su juicio "el modelo socio-económico está cambiando porque los consumidores lo están pidiendo a gritos". Según ella, los ciudadanos exigen ser un agente activo. "Quieren tomar decisiones y no solo ir a la tienda y comprar el producto". A esto se añade la pérdida de credibilidad de las empresas. "Hay una gran desconfianza hacia las grandes corporaciones. Así nace la economía colaborativa y el entorno en el que nos movemos ahora". Para ella, se trata de "compartir recursos entre personas a veces para obtener un beneficio económico y otras no".
Un concepto que cada vez gana más adeptos. "La economía colaborativa está creciendo a un 25% anual, que es una barbaridad. Pero también es cierto que tendrá un desarrollo muy grande al principio y luego llegará la estabilidad. Ahí es donde queremos estar".
Cuando nos vamos a despedir, añade una última frase: "La economía colaborativa no se trata de consumir menos, sino de consumir de forma más inteligente". Ella, de momento, con su inteligencia y su empuje ya ha marcado el primer gol a los bancos de este país.
EN EL PUNTO DE MIRA
Como hemos explicado, Grow.ly es una plataforma de préstamos a Pymes, sin un intermediario financiero. Hasta aquí, alguien podría pensar que no es para tanto. Pero ahora viene lo mejor. ¿Saben cuál es su ratio de morosidad [porcentaje de operaciones fallidas]? Cero. Sí, como la cerveza sin alcohol, cero cero. Cuando le preguntamos cómo se consigue eso, responde que "es cierto que llevamos poco tiempo, pero se debe sobre todo al análisis de riesgos que realizamos". Su sistema de evaluación es doble, "con una parte automatizada que nos da velocidad de respuesta, y otra que lleva a cabo un equipo profesional muy experto. Por eso creemos que vamos a mantener la morosidad así en un futuro".
"Las empresas se han dado cuenta de que tiene que existir una alternativa a esas entidades"
No es de extrañar que los bancos tengan a Grow.ly en el punto de mira. Aunque Badia asegura que no son una alternativa a ellos, sino un complemento. "Aquí en España hay un problema, porque las Pymes tienen una alta dependencia de la banca. Cuando hay un momento, como ha ocurrido durante la crisis, en que se cierra un poco el grifo, las Pymes no tienen dónde acudir a buscar financiación. Ante esta realidad, las empresas se han dado cuenta de que tiene que existir una alternativa a esas entidades". La fórmula se aplica, no solo a las compañías que no encuentran respuesta en los bancos, sino "también cuando una empresa necesita cien y su entidad solo le puede prestar 70. Tener una alternativa, significa que no buscan otro banco y que mantienen la transaccionalidad del día a día con ellos, sin irse a la competencia".
JOVEN, MUJER Y EMPRENDEDORA
Badia renunció a su empleo en una de las mayores entidades financieras del mundo, para dedicarse a su propio proyecto. "Actualmente, en muchos casos está mal visto dejar el trabajo y empezar de cero. Hay que quitarse ese miedo". Para ella, estaba en el momento adecuado. "Ser joven tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Y una de las ventajas es que no tienes ciertas responsabilidades que con más edad sí".
Le pedimos que nos revele la clave del éxito para un emprendedor y responde entre risas: "Te lo digo en cinco años, cuando sepa si me ha salido o no". Casi en seguida, añade que hay que evitar también otros temores, como "el miedo al fracaso, que aquí en España es tan común. En Estados Unidos se entiende que un fallo con tu empresa te da una visión más amplia para seguir y para hacer algo mejor en el futuro. Tenemos que cambiar la mentalidad".
La dedicación es otro aspecto obligatorio. "El trabajo es fundamental, trabajar, trabajar y trabajar. Darte golpes, aprender en el camino, pero no perder las ganas. Y, por supuesto, tener una idea que vaya a funcionar, eso también es importante" [más risas]. Aunque, como es lógico, no es lo único que hace falta. "Yo he tenido la enorme suerte de poder rodearme de gente muy profesional, con mucha experiencia. Porque ser joven como yo es muy bueno, pero tener detrás a gente que lleva muchos años en el sector y sabe cómo funcionan las cosas, ayuda. Yo creo que es precisamente el mix de varias generaciones lo que puede hacer que esto realmente tenga éxito".
"Este es un mundo todavía pensado para hombres y en el que nosotras tenemos que hacernos un hueco y dejar claro que estamos aquí para quedarnos"
Asegura que ser mujer, joven y emprendedora "es difícil". Pero es optimista: "Vivimos en un mundo que se está abriendo. Aunque el sector financiero haya sido tradicionalmente un sector complejo para las mujeres, cada vez hay más. Y hay ejecutivas que están haciendo grandes cambios y me ayudan a mí y a emprendedoras como yo a seguir". Aunque queda camino por recorrer. "Este es un mundo todavía pensado para hombres y en el que nosotras tenemos que hacernos un hueco y dejar claro que estamos aquí para quedarnos".