El mundo del fútbol ha sufrido un terremoto en las últimas 24 horas. Este lunes se conocía la creación de la Superliga, una nueva competición continental que será gestionada por los propios equipos y deja fuera a las federaciones. Presidida por Florentino Pérez, está fundada por doce grandes clubes europeos.
Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, AC Milan, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester United, Manchester City, Arsenal, Chelsea y Tottenham son los Clubes Fundadores de esta nueva liga europea. En el comunicado avanzan que se sumarán otros tres clubes para empezar la temporada inaugural “lo antes posible” y, además, se invitará a otros cinco equipos para crear una liga de 20 clubes.
Más allá del revuelo que ha provocado el anuncio de una nueva liga en el continente europeo, las principales críticas se producen en el ámbito económico. Y es que precisamente los Clubes Fundadores aseguran en su comunicado que la creación corresponde a que “la pandemia mundial ha acelerado la inestabilidad del actual modelo económico del fútbol”.
El objetivo pasa por “mejorar la calidad y la intensidad de las competiciones europeas existentes y, en particular, crear un torneo en que los mejores clubes y jugadores puedan competir entre ellos con más frecuencia”. Una forma de asegurar la supervivencia del fútbol tras el impacto de la pandemia y las pérdidas de ingresos de los grandes clubes por las restricciones.
"Una visión estratégica y un enfoque comercial son necesarias"
“Una visión estratégica y un enfoque comercial son necesarias para aumentar el valor y las ayudas en beneficio de la pirámide del fútbol en su conjunto” -recalcan- “Los Clubes Fundadores creen que las soluciones propuestas por los reguladores no resuelven las cuestiones fundamentales, que son tanto la necesidad de ofrecer partidos de más calidad, como obtener los recursos financieros adicionales para todo el mundo del fútbol”.
Una vez más, sale a la palestra la importancia de los recursos financieros. Los responsables aseguran que la nueva liga proporcionará un crecimiento económico mayor, que incluso permitiría un aumento de las aportaciones a la solidaridad.
La importancia económica es tal que en el propio comunicado aseguran que se gestará con “criterios financieros de sostenibilidad” y todos los equipos fundadores se comprometen a la adopción de un marco de gasto. Frente a esta adopción, los equipos recibirán un pago de 3.500 millones de euros para hacer frente al impacto de la pandemia.
El presidente del Real Madrid y de la nueva competición, Florentino Pérez, ha asegurado en su primera entrevista que “la situación del fútbol es mala” y que es necesario “rentabilizar ingresos haciendo partidos más competitivos”. Con la bajada de las audiencias y el interés de los espectadores, el directivo es claro: “En 2024 estaríamos muertos”.
"El fútbol tiene que evolucionar. La pandemia ha acelerado el proceso porque estamos todos arruinados. Entre todos estos equipos hemos perdido 3.500 millones de euros", cifra el directivo sobre el impacto del coronavirus.
Impacto financiero en el mundo del fútbol: Unos ganan y otros pierden
Más allá de las críticas de unos y otros, en su mayoría basadas en intereses económicos, está claro que la creación de una nueva competición tendrá un impacto financiero enorme en los grandes clubes.
Por un lado, LaLiga española asegura que la creación de esta nueva competición tendrá un impacto negativo de 1.720 millones en ingresos, un 43% menos, con la reducción de hasta 59.878 empleos, un 32,4% frente a las cifras actuales. Para aquellos clubes que no disputen esta competición, que en principio cuenta con el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid como miembros fundadores, prevén un impacto negativo de 1.815 millones, un 66,1% menos de ingresos.
También anticipan una caída de la aportación que los equipos de fútbol profesional realizan al Consejo Superior de Deportes y a la Federación Española de Fútbol, que caería un 61,2% hasta los 52 millones. Incluso aseguran que la Superliga provocaría que el impacto del fútbol profesional en el PIB se reduciría del 1,37% actual al 0,93%. Es decir, dejan claro que la creación de la Superliga afectaría a la economía nacional de forma directa.
Estas son las previsiones de LaLiga, que reconoce estar en contra de la creación de una Superliga. En el lado contrario están las ganancias para los grandes clubes fundadores. Es el caso de la Juventus de Turín o el Manchester United, los únicos clubes que cotizan en bolsa, que registraron el repunte de sus acciones del 18% y del 10% respectivamente en la jornada del lunes, en las horas posteriores al anuncio.
La Superliga podría comenzar a funcionar con más de 7.000 millones
El banco JP Morgan ha confirmado que será el apoyo financiero del proyecto desde este primer momento, con más de 3.250 millones para sufragar inversiones en infraestructuras y, como ha resaltado Florentino Pérez, a paliar el impacto del coronavirus en los grandes clubes fundadores. El reparto se realizará según un sistema interno por el que cada equipo recibiría entre 100 y 350 millones de euros.
Pero no solo eso, el Financial Times asegura que el proyecto también contempla ingresos de 4.000 millones de euros, obtenidos a través de las ventas de medios y patrocinios, con los que los clubes recibirían un pago fijo anual de 264 millones de euros. Es decir, la Superliga podría comenzar a funcionar con más de 7.000 millones de euros para sus doce clubes fundadores.
Por el momento no se conocen los detalles ni las fechas sobre la nueva competición pero el debate sobre el fútbol y sus intereses económicos está servido, en el propio sector y las federaciones, entre los seguidores del deporte rey en España e incluso en el ámbito político nacional.
