Una amplia mayoría de la ciudadanía española tiene claro y apoya que para mantener los servicios públicos es necesario pagar impuestos. Así lo cree casi un 80% de la población, que asegura que son necesarios para redistribuir la riqueza (19%) y para prestar servicios públicos (59,1%). Sin embargo, el problema que encuentra la ciudadanía es que los que más ricos no pagan lo que les corresponde, según recoge el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Concretamente, un 77,4% considera que en España no existe justicia fiscal porque “los que más tienen no pagan más”.

Además, un 88,6% lamenta que en España existe mucho o bastante fraude fiscal. Las principales causas que los españoles creen que incitan a una persona a defraudar a Hacienda son el intento de los que más tiene por evitar pagar o pagar menos impuestos (21,7%) y la falta de honradez y conciencia ciudadana (21,7%). Más allá, y relacionada con la escasa justicia social, el 16,1% lamenta que existen personas que no pagan impuestos porque “los salarios son demasiado bajos y hay que buscar otras opciones para conseguir dinero” y un 8,7% asegura que la “escasez de empleos obliga a aceptar cualquier trabajo aunque no se declaren dichos ingresos”.

Con esta situación, los españoles centrarían la recaudación en los niveles de renta. Un 70,9% apuesta por los impuestos directos y considera que deberían cobrarse “según la renta o la riqueza de las personas y empresas”. Tan solo un 23,5% defiende un sistema con los mismos impuestos para todos (indirectos) centrados en gravar bienes de consumo y servicios.  

A favor de sostener los servicios públicos

Los españoles valoran en gran medida sus servicios públicos, pero consideran que estos podrían progresar. Si es necesario pagar más impuestos, el 24% de la población no dudaría en hacerlo con tal de obtener una mejora. Un 21,2%, aunque no tan convencidos, también se decantan del lado de pagar más impuestos en favor de los servicios públicos. Tan solo un 4,6% estaría totalmente a favor de pagar menos impuestos pese a que estos supusiese reducir las coberturas públicas. Entre medias, un 26,3% se sitúa a mitad de camino de ambas opciones.

Las opiniones se dividen a la hora de evaluar la percepción de los servicios públicos. Mientras un 49,4% considera que se beneficia mucho (13,4%) o bastante (36%) de los servicios y prestaciones que obtiene a cambio de lo que paga a las administraciones públicas, un 48,3% aseguran que se benefician poco (43,8%) o nada (4,5%). Ninguna de las dos opciones obtiene una mayoría, en manos de los que no saben o no contestan (2,3%), quedando evidenciada la diferente percepción.

No obstante, la ciudadanía vuelve a homogeneizarse en cuanto se toca el bolsillo y la aportación individual. El 59,1% asegura que las administraciones públicas le dan menos de lo que paga, muy por encima del 9,1% de los que consideran que reciben más de lo abonado. El groso restante, un 29,9%, se inclina por señalar que recibe “más o menos” lo que paga.

¿Pagamos muchos o pocos impuestos?

Múltiples voces liberales intentan instaurar el relato de que en España pagamos muchos impuestos, muchos más que en otros países. Sin embargo, pese a tener a su disposición los altavoces del sistema, gran parte de la población no se lo cree. El 41,3% piensa que los españoles pagamos menos impuestos que en el resto de Europa, por encima del 30,8% que considera que pagamos más. En menor medida, el 18,3% apunta que estamos a la par con nuestros vecinos.

Los ciudadanos consideran ser conscientes y responsables a la hora de pagar impuestos, un 36% asegura serlo mucho y un 57,6% bastante. Sin embargo, las cosas cambian en lo que a percepción del otro se refiere. El 52,4% piensan que el resto de españoles son poco conscientes y responsables a la hora de pagar impuestos y hasta un 10% señala que no lo son nada. Tan solo un 4% ve en sus homólogas personas muy conscientes y responsables.