La Comisión Europea presentará este miércoles un plan para hacer frente a la crisis energética, que se ha visto agravada por la invasión de Rusia a Ucrania. Entre las medidas que se estudiarán está la posibilidad de fijar topes a los precios del gas y de la electricidad, tal como ha adelantado El Español. Esta era una cuestión que demandaban países del sur, como España, Francia, Italia, Portugal o Grecia, aunque el Gobierno de España recientemente aparcó la propuesta para trabajar en otras opciones que permitan concitar mayor unanimidad en el ámbito de la Unión Europea.

“En materia de seguridad energética y neutralidad climática, buscaremos poner topes a los precios del gas y de la electricidad y mitigar el aumento del precio de la electricidad para los consumidores”, ha anunciado el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, tras la reunión de ministros de Asuntos Europeos.

Además, ha añadido: “En la Comisión pensamos que hay una enorme volatilidad en el mercado de la electricidad y que, por culpa de los altos precios del gas, el impacto total en el precio de la energía es perjudicial desde el punto de vista de la pobreza energética y la competitividad de la industria europea. Tenemos que encontrar las mejores soluciones para resolver esta cuestión”.

El control de los precios a escala europea es un tema que genera importantes disputas entre los Estados miembros. El tope de precios es algo exigido por países del sur, mientras que otros como Alemania, Holanda o los nórdicos lo rechazan, así como desacoplar el precio de la electricidad del del gas. “Nuestra intención es trabajar en un menú de las mejores opciones disponibles para los jefes de Estado y de Gobierno, porque cada opción tiene sus pros y sus contras”, ha explicado Sefcovic.

Consenso sobre el gas de Rusia

El aspecto en el que sí hay mayor consenso entre los Estados miembros es la necesidad de acelerar la independencia respecto al gas procedente de Rusia, que ahora supone el 40% del total consumido en la Unión Europea.

Bruselas planteará también obligar por ley a que todos los depósitos del gas de la Unión Europea se llenen hasta el 90% antes del 1 de noviembre de cada año. Una medida que se plantea como previsión a cualquier acontecimiento geopolítico, de inviernos duros o de cualquier otro problema que pueda surgir.

La postura de España sobre los topes

Aunque la fijación de unos topes en el precio del gas y de la electricidad era una de las exigencias del Gobierno de España, el Ejecutivo cambió el pasado lunes de opinión y propuso fijar un precio máximo solo al gas y de forma opción entre países.

Concretamente, el Ejecutivo español había anunciado que propondría a Bruselas fijar un tope para que la electricidad no supere nunca los 180 euros por megavatio y hora. El límite en los 180 euros/MWh era una referencia para la regulación española y portuguesa que desapareció en 2019, en el momento en que una directiva europea prohibió poner topes a las ofertas de las eléctricas en el mercado mayorista. Después de haber tocado máximos nunca antes vistos en los últimos meses, para Ribera, es "poco discutible que debe ser el tope máximo que debemos aceptar en nuestro mercado".

No obstante, Teresa Ribera explicó que el Ejecutivo trabaja en otras opciones que permitan concitar mayor unanimidad en el ámbito de la Unión Europea.