Bankia ha presentado este martes los resultados anuales correspondientes a 2019, con un beneficio neto de 541 millones de euros, un 23% menos con respecto a 2018. La caída se debe al menor resultado logrado con la rotación de carteras de renta fija (ROF), así como por las mayores provisiones asociadas al coste de la venta de activos improductivos.

Sin embargo, el resultado puramente bancario creció en 2019 un 3,5%, hasta los 1.287 millones de euros, como consecuencia de la estabilización de los ingresos y la reducción de gastos por encima de lo previsto.

Según el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri: “2019 ha sido el mejor año en términos comerciales desde la creación de Bankia y hemos mantenido el liderazgo en solvencia entre los grandes bancos españoles, muy por encima, además, de las exigencias regulatorias”.

El presidente de la entidad ha destacado el nuevo incremento del nivel de solvencia de la entidad hasta cerrar, por primera vez en un ejercicio, por encima del 13%, concretamente en el 13,02%, “la más alta de los grandes bancos españoles”, según la propia entidad.

Dividendo de 355 millones de euros 

Así, con la sólida posición de capital, el presidente ha recalcado la intención de mantener el dividendo, un total de 355 millones de euros a sus accionistas. La cifra equivale a un 6,1% de rentabilidad por dividendo, según cálculos sobre la cotización al cierre de 2019.

"Damos así un paso más en la devolución de ayudas a los contribuyentes", asegura Gorigolzarri. La retribución a los accionistas será de 11,576 céntimos por acción, lo que supone mantener la cuantía por título y elevar hasta el 65% el reparto de beneficios entre los accionistas.

Por otro lado, los ingresos por comisiones alcanzaron los 1.081 millones de euros, un 1,5% superior que el año anterior, por la buena evolución interanual de los ingresos en medios de pago (+9,9%) y en activos bajo gestión (+4,7%). Por su parte, en el último trimestre las comisiones registraron su nivel más alto del ejercicio, tras crecer un 8% en tasa intertrimestral.

Con ello, el margen bruto de Bankia se situó en 3.245 millones de euros en 2019 (-3,6%), mientras que los gastos de explotación se redujeron en un 2,9%, hasta los 1.817 millones. Estas cifras reflejan las sinergias tras la integración con BMN, en 220 millones, por encima a los 155 millones previstos inicialmente.

En cuanto a clientes, el margen bruto cerró 2019 en el 1,64%, por encima del 1,58% del año anterior, y la ratio de eficiencia se ha situado en el 56% en el ejercicio.

Por su parte, José Sevilla, consejero delegado de la entidad, asegura: “En el último año hemos dado un gran paso en el cumplimiento de nuestro Plan Estratégico 2018-2020, tanto en lo que a cifras de negocio como a calidad del balance se refiere”. De hecho, Bankia ha cumplido uno de los puntos más importantes, la digitalización, y más del 53% de sus clientes ya son digitales y el 36% de las ventas se han realizado a través de canales digitales.