El Banco de España ha recortado tres décimas su previsión de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) español en 2025, hasta el 2,4%. Asimismo, ha rebajado en una décima su estimación de 2026, al 1,8%. Todo ello se produce en un contexto marcado por los aranceles y la incertidumbre sobre las políticas económicas futuras a nivel global.

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha anunciado la reducción de crecimiento este lunes en el Congreso de los Diputados. En este sentido, a pesar de que está previsto que el organismo publique el informe completo sobre las proyecciones macroeconómicas este martes, 10 de junio, Escrivá ha querido adelantar las previsiones para la economía española, que actualmente está marcada por una incertidumbre elevada y un entorno "extraordinariamente complejo".

La exposición comercial directa de España a Estados Unidos es limitada y menor que la de otras grandes economías de la Unión Europea, aunque la exposición indirecta es mayor en algunos sectores, como el químico, debido a la integración de la economía en las cadenas globales de valor. Por esta misma razón, desde el Banco de España han advertido de que con una escalada arancelaria prolongada se reduciría la tasa de crecimiento de la economía española en 0,4 puntos porcentuales en 2025 y en 0,7 puntos porcentuales en 2026 con respecto a lo contemplado en el escenario base que maneja el Banco de España, mientras que la inflación se reduciría entre 3 y 5 décimas en dichos años.

Entre otras cosas, Escrivá ha explicado que la economía española está experimentando una desaceleración del crecimiento desde tasas superiores al 3% a una tasa cercana al 2,5% en el primer semestre de 2025. El principal factor detrás de la desaceleración es la menor contribución del sector exterior. Además, según la encuesta lanzada por el Banco de España, la incertidumbre es el principal factor que está afectando a las empresas. Un 30% de las empresas declara estar afectada por los aranceles y el 80% de las afectadas aseguran que la incertidumbre es un factor relevante.

Mejora en las proyecciones de la inflación

Por otra parte, según reflejan las nuevas previsiones del Banco de España, existe ahora una tasa de inflación general promedio en 2025 del 2,4%, una décima menos de lo proyectado en marzo. Más allá de 2025, se espera que el proceso desinflacionario continúe en 2026, momento en que la tasa de inflación general promedio descendería hasta el 1,7%. En lo que respecta al mercado laboral, el organismo ha mantenido en el 10,5% su previsión para la tasa de paro en 2025, aunque ha elevado dos décimas respecto al informe anterior su proyección para 2026, hasta el 10,2%.

En el plano fiscal, la institución ha mantenido en el 2,8% y en el 2,6% sus estimaciones para el déficit público en 2025 y en 2026, respectivamente. Sobre la deuda pública, el Banco de España ha elevado en una décima su previsión para 2025, hasta el 101,4% el PIB, porcentaje en el que se mantendría también en 2026.

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